Al Pacino sintió "alivio" tras torcerse gravemente el tobillo durante el rodaje de "El Padrino".
En aquel momento, los ejecutivos del estudio no creían que Pacino fuera el adecuado para el papel de Michael Corleone. Pacino, que entonces tenía 31 años, sabía que el "hacha podía caer" sobre él en cualquier momento.
Para una escena, Pacino tuvo que correr y saltar sobre un coche en marcha.
"No tenía doble. No tenía doble. Tuve que hacerlo yo mismo", escribió Pacino en sus memorias "Sonny Boy", vía The Guardian. "Salté y perdí el coche. Ahora estaba tumbado en una cuneta de White Plains Road, en el Bronx, boca arriba y mirando al cielo. Me había torcido tanto el tobillo que no podía moverme.
"Todos los de la tripulación se habían agolpado a mi alrededor. Intentaban levantarme, preguntándome: ¿Me había roto el tobillo? ¿Podría andar? Yo no lo sabía. Me quedé allí tumbada pensando: Esto es un milagro. Oh Dios, me estás salvando. Ya no tengo que hacer esta foto", continuó.
"Me sorprendió la sensación de alivio que me invadió", explicó Pacino. "Presentarme a trabajar todos los días, sintiéndome indeseado, como un subordinado, era una experiencia opresiva, y esta lesión podía ser mi liberación de esa prisión. Al menos ahora podrían despedirme, dar el papel de Michael a otro actor y no perder todo el dinero que ya habían invertido en la película. Pero no fue así".
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Pacino se hizo famoso por su papel en "El Padrino", de Francis Ford Coppola. Llamó la atención del director galardonado por la Academia tras protagonizar "Pánico en Needle Park".
Muchas estrellas de la lista A querían el papel de Michael Corleone, como Robert Redford, Warren Beatty, Robert De Niro, Jack Nicholson y Ryan O'Neal.
Sin embargo, Coppola le había echado el ojo a Pacino.
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"Francis me quería. Me quería y yo lo sabía", escribió Pacino en sus memorias, según el medio. "Y no hay nada como cuando un director te quiere.
"También me hizo un regalo: Diane Keaton. Estaba haciendo pruebas a varios actores para el papel de Kay, pero el hecho de que quisiera emparejarme con Diane sugería que ella tenía ventaja en el proceso. Sabía que le iba bien en su carrera y que había aparecido en Broadway en espectáculos como "Hair" y "Play It Again, Sam" con Woody Allen".
Diane Keaton y Pacino consiguieron sus respectivos papeles y "congeniaron" como amigos.
"Era fácil hablar con ella y divertida, y ella también pensaba que yo era divertida", escribió. "Enseguida sentí que tenía una amiga y una aliada".