Cómo caramelizar las cebollas

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Caramelizar es esencialmente el acto de dar a una cebolla un delicioso cambio de imagen. Mientras que las cebollas crudas son crujientes y tienen un sabor fuerte y picante, las caramelizadas son suaves, dulces y sutiles. Por suerte, este toque gourmet sólo requiere un mínimo de trabajo. Aquí tienes una guía para cocinar las cebollas caramelizadas perfectas:

Herramientas
Sólo necesitas las herramientas más básicas para caramelizar una cebolla. Un cuchillo afilado y una tabla de cortar son esenciales para pelar y cortar la cebolla. Para prepararla, prepara una sartén de fondo grueso y algún utensilio para remover, como una espátula, unas pinzas o una cuchara de madera.

Ingredientes
Ante todo, necesitarás una cebolla. Se puede caramelizar cualquier tipo de cebolla, así que elige la que prefieras. Algunas opciones populares son la cebolla amarilla, la blanca o la española. Aparte de la cebolla, los únicos ingredientes necesarios son mantequilla o aceite de cocina y sal. La cantidad de cada ingrediente depende de tus preferencias, pero asegúrate de utilizar suficiente aceite para cubrir el fondo de la sartén. La pimienta y el azúcar opcionales pueden añadir sabor extra. Incluso puedes probar a experimentar con especias como la canela o el clavo.

Cortar en rodajas
Corta la parte superior e inferior de la cebolla. Equilibra la cebolla sobre su superficie plana, luego córtala por la mitad para obtener dos cúpulas. Coloca una mitad sobre la tabla de cortar, con la parte plana hacia abajo. Córtala de arriba abajo (las partes que cortaste antes), haciendo medios aros del grosor que prefieras. Repite la operación con la segunda mitad. Las rodajas más pequeñas se cocinan más rápido, pero las más gruesas ofrecen un bocado más grande.

Proceso
Pon la sartén de fondo grueso a fuego medio-bajo. Añade la mantequilla o el aceite y deja que se caliente. Cuando el aceite empiece a hervir, añade las cebollas. Procura no llenar demasiado la sartén, pero no te preocupes si tienes mucha cebolla para una sartén pequeña. Las rodajas se cocerán y encogerán considerablemente. Remueve las cebollas para que se impregnen de aceite, y luego echa una pizca de sal. También puedes añadir ahora pimienta y un poco de azúcar, si lo deseas. Sigue removiendo las cebollas. Algunas rodajas pueden empezar a dorarse y pegarse al fondo de la sartén. Es normal. Remueve las cebollas pegadas antes de que empiecen a quemarse. Si se están dorando demasiado, puedes añadir un poco de agua, vino o caldo a la sartén y remover enérgicamente. Este proceso se llama desglasar, en el que la humedad añadida evita que las cebollas se sequen. Deja cocer las cebollas durante un buen rato, removiendo de vez en cuando. El tiempo de cocción oscilará entre 10 minutos y una hora, dependiendo del tamaño de las rodajas, de cuántas cebollas tengas y de la consistencia que prefieras.

Posibles usos
Las cebollas caramelizadas pueden añadir un gran sabor y textura a una enorme variedad de comidas. Puedes echarlas encima de una hamburguesa para hacer más especial una comida cotidiana. Para algo más sencillo, pon una cucharadita de cebollas y queso de cabra sobre una fina rebanada de baguette. Puedes añadir cebollas caramelizadas a la pasta, al puré de patatas o a la pizza. El único límite es tu imaginación culinaria.

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