Se ralentiza el declive de las especies de ballenas en peligro de extinción, pero las especies siguen perdiendo hembras reproductoras con demasiada rapidez

La población de ballena franca del Atlántico Norte disminuyó más de un 25% entre 2010 y 2020

El declive de una especie de ballena en peligro de extinción se ralentizó el año pasado, al perder alrededor del 2% de su población, pero los científicos advierten de que el animal sigue enfrentándose a amenazas existenciales y está perdiendo hembras reproductoras con demasiada rapidez.

La población de la ballena franca del Atlántico Norte era de más de 480 ejemplares en 2010 y disminuyó más de un 25% en la década siguiente. El Consorcio de la Ballena Franca del Atlántico Norte, un grupo de científicos, funcionarios gubernamentales y miembros de la industria, declaró el lunes que la población descendió a una cifra estimada de 340 el año pasado.

Esto supone un descenso de ocho animales respecto al año anterior, cuando inicialmente se pensó que la población era aún menor. Las ballenas son vulnerables a las colisiones con embarcaciones y a los enredos en artes de pesca comerciales, y en los últimos años han sufrido una reproducción deficiente y una elevada mortalidad.

IMÁGENES GRÁFICAS: RORCUALES COMUNES EN PELIGRO DE EXTINCIÓN MASACRADOS EN ISLANDIA

"La realidad es que seguimos observando niveles insostenibles de impacto humano sobre la especie", declaró Heather Pettis, investigadora científica del Centro Anderson Cabot para la Vida Oceánica del Acuario de Nueva Inglaterra y administradora ejecutiva del Consorcio de la Ballena Franca del Atlántico Norte. "Seguimos hiriendo a estos animales hasta un punto en que no se trata sólo de supervivencia. Se trata de la salud, se trata de la reproducción".

Las ballenas francas viven frente a la costa este y migran cada año desde las zonas de parto frente a Georgia y Florida hasta las zonas de alimentación frente a Nueva Inglaterra y Canadá. Antes eran abundantes, pero fueron diezmadas durante la época de la caza comercial de ballenas, cuando se cazaban por su aceite y su carne.

Las ballenas llevan más de 50 años incluidas en la lista de especies en peligro de extinción de la Ley de Especies Amenazadas, pero su recuperación ha sido lenta. La población era incluso menor en 1990, cuando era de 264 ejemplares, dijo Pettis. Uno de los mayores retos a los que se enfrentan actualmente las ballenas francas es que parece estar disminuyendo el número de hembras capaces de reproducirse.

Una ballena franca del Atlántico Norte se alimenta en la superficie de la bahía de Cape Cod, frente a la costa de Plymouth, Massachusetts, el 28 de marzo de 2018. (AP Photo/Michael Dwyer, Archivo)

Un artículo aparecido este mes en la revista científica Frontiers in Marine Science informaba de que la población estimada de ballenas francas hembra descendió de 185 en 2014 a 142 en 2018. El mayor descenso se observó en las hembras reproductoras, y se estimaba que sólo 72 estaban vivas a principios de 2018, según el artículo.

Parece que las ballenas son cada vez más pequeñas, y eso perjudica su capacidad de reproducción, según Peter Corkeron, presidente del Programa Kraus de Conservación de Mamíferos Marinos del Centro Cabot y uno de los autores del artículo.

"El mundo necesita más ballenas gordas", dijo Corkeron.

LAS BALLENAS EN PELIGRO DE EXTINCIÓN TIENEN UN BABY BOOM EN LA COSTA ESTE

La difícil situación de la ballena franca se ha convertido en un problema importante para la pesca comercial en EE.UU., especialmente para la industria de la langosta, que tiene su base sobre todo en Maine. Las ballenas son especialmente vulnerables a enredarse en el tipo de palangres submarinos verticales fijos que se utilizan para pescar langostas y cangrejos.

El gobierno federal ha elaborado nuevas restricciones a la pesca de langosta en un esfuerzo por salvar a la ballena franca, y los pescadores han alegado que las normas podrían dejarles sin negocio. Un grupo de pescadores de langosta interpuso una demanda para detener las normas, y su caso está pendiente ante el Tribunal de Apelación del Circuito del Distrito de Columbia.

El calentamiento de los océanos también es motivo de preocupación. Las ballenas cuentan con la ayuda de una red de zonas protegidas diseñadas para permitirles comer los diminutos organismos de los que se alimentan sin peligro de enredos y colisiones. Sin embargo, el calentamiento de las aguas ha hecho que su alimento se desplace, y ellas lo han seguido hasta zonas no protegidas donde son más vulnerables, según los científicos.

HAZ CLIC AQUÍ PARA OBTENER LA APLICACIÓN FOX NEWS

Los grupos conservacionistas han abogado por restringir la velocidad de los barcos y establecer normas de pesca más estrictas para salvar a las ballenas.

"Estas últimas cifras de población confirman que la especie sigue tambaleándose al borde de la extinción funcional, y las medidas actuales para salvarla se están quedando cortas", declaró Sarah Sharp, veterinaria del Fondo Internacional para el Bienestar Animal. "No obstante, hay esperanza en el horizonte. Existen soluciones".

Carga más..