Abrígate y sal al aire libre: Los beneficios para la salud de los niños de jugar al aire libre en invierno

Cuando se acerca el invierno y el frío, el juego de los niños suele limitarse al interior. Los temores de los adultos sobre la seguridad y las actitudes negativas hacia la exposición al frío son las barreras que impiden a los niños acceder al juego en los meses de invierno. Es frecuente oír a los adultos decir que "a mi hijo no le gustará estar en el frío", o "el frío es demasiado peligroso para jugar", o "no hay nada con lo que jugar". Corresponde a los adultos centrarse en la importancia del juego de los niños, independientemente de la estación. Al fin y al cabo, el juego no debe limitarse al tiempo cálido. Demos la bienvenida a esta próxima estación invernal con una actitud juguetona.

Cómo la nieve y el frío benefician el desarrollo y la salud de los niños

Cuando el tiempo desciende a un solo dígito, es frecuente que los padres quieran que sus hijos se queden en casa para jugar. Antes de que vayas a maldecir al frío por mantener a tus hijos juguetones en casa todo el invierno, consideremos todos los beneficios que el frío tiene para la salud, el desarrollo y el bienestar de los niños.

1. Los niños ven la naturaleza a través de un nuevo prisma

Durante los meses de verano, los niños se acostumbran al clima cálido y verde que ofrece la estación. Tras el cambio de estación o la primera nevada, los niños ven su entorno a través de una lente diferente: hojas caídas, hierba marrón, nieve, hielo. Esta nueva lente les permite imaginar el exterior de forma diferente y ser creativos y jugar de maneras distintas.

2. Aumento del ejercicio y utilización de diferentes músculos

Los meses de invierno nos proporcionan distintas formas de mover el cuerpo, como montar en trineo, subir una colina de nieve o construir un muñeco de nieve. Nuestros músculos más grandes se ponen en gran uso en los meses de invierno debido a los retos que proporciona la nieve. Este uso de los músculos grandes y el aumento de la actividad física favorecen el desarrollo motor grueso y la salud general de los niños.

3. Respirar aire fresco y evitar las bacterias

La mayoría de los adultos asocian los meses de invierno con los resfriados y enfermedades como la gripe. Sin embargo, no es necesariamente el tiempo frío lo que provoca los resfriados y las gripes, sino una mayor exposición a los ambientes interiores donde viven las bacterias y los virus. Por ejemplo, durante los meses de invierno, enciendes los sistemas de calefacción y ventilación de tu casa. Las bacterias y los virus de tu casa se mueven continuamente por el interior. Los adultos y los niños que pasan largos periodos de tiempo en una casa caldeada y mal ventilada, sin exposición al aire fresco, pueden contagiarse gérmenes fácilmente.

4. Nuevos retos y resolución de problemas

El tiempo que consideramos "desordenado" proporciona entornos y materiales inspiradores y divertidos para los niños; por ejemplo, placas de hielo, grandes colinas de nieve y árboles cubiertos de nieve. Estos entornos ofrecen a los niños la oportunidad de enfrentarse a nuevos retos, como deslizarse por la placa de hielo y trepar por una colina nevada. El compromiso con los entornos exteriores en invierno provoca nuevas habilidades de resolución de problemas: "¿Cómo puedo deslizarme por esta placa de hielo sin caerme?". "¿A qué velocidad puedo subir corriendo esta colina de nieve? "¿Puedo trepar por este árbol utilizando una rama como piqueta de nieve?". Los entornos siempre cambiantes que ofrecen los meses de invierno proporcionan a los niños los retos que tan a menudo anhelan.

5. Exposición a la vitamina D

Cuando nos quedamos en casa durante el invierno, no sólo nos perdemos el juego, sino también las vitaminas necesarias que nos proporciona el ambiente exterior. Los niños obtienen vitamina D mediante la exposición al sol, y la absorben aunque el sol no sea tan cálido en invierno. La vitamina D ayuda a regular los estados de ánimo mentales y emocionales, y lo hace aumentando los niveles de serotonina en el cerebro. La serotonina desempeña un papel importante en la regulación del estado de ánimo y en mantenernos felices. Por tanto, cuanta más exposición al sol tengas, mayores serán tus niveles de serotonina. Se recomienda que en invierno juegues al menos media hora al aire libre.


Fuente: Blog Fix.com
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