La ayuda adicional y la práctica estructurada son beneficiosas para la dislexia

El trastorno del desarrollo de la lectura, o dislexia, es un problema de aprendizaje que afecta a las habilidades lingüísticas. A las personas con dislexia les suele resultar difícil leer, y tienen problemas con otras habilidades lingüísticas como la escritura, la ortografía y el reconocimiento de palabras. No interfiere en el nivel de inteligencia de una persona. La dislexia no tiene nada que ver con la visión y puede no diagnosticarse hasta la edad adulta. Por ejemplo, Whoopi Goldberg y Charles Schwab son disléxicos, pero no se dieron cuenta hasta que fueron adultos.

Es normal que los niños confundan letras, como la "b" y la "d", cuando aprenden a leer y escribir, pero debes investigar si el hábito continúa, sobre todo si la dislexia es hereditaria. Busca síntomas en tus hijos a una edad temprana. Según la Asociación Internacional de Dislexia, la identificación precoz ayuda a quien padece dislexia a aprovechar al máximo su educación.

Síntomas
Los síntomas suelen ser más evidentes cuando el niño aprende a leer, pero puede haber indicios anteriores. He aquí algunos signos que indican que un niño pequeño puede tener dislexia: dificultad con las rimas, aprender a hablar más tarde de lo normal y problemas para pronunciar palabras nuevas. Una vez que el niño entra en la escuela, puede tener problemas para organizar el lenguaje escrito y hablado en su cabeza, porque las letras se mezclan. Quizá el niño no pueda recordar la asociación entre la letra y su sonido. También puede resultar difícil memorizar hechos o leer frases sencillas. Cuando una persona con dislexia se hace mayor, puede tener dificultades para resolver problemas matemáticos, leer en voz alta o aprender una lengua extranjera.

Diagnóstico
Un médico puede realizar pruebas visuales, auditivas y neurológicas, así como cuestionarios y pruebas para determinar si alguien tiene dislexia. La escuela también puede detectar la dislexia, pero no existe una única prueba definitiva.

Tratamiento
No existe una píldora mágica para librarse de la dislexia. Es una enfermedad que dura toda la vida, pero las personas con dislexia pueden aprender a leer, escribir bien y tener éxito en otras áreas. Existen distintas estrategias de tratamiento, y las personas necesitan una combinación de ayuda de profesores, tutores y especialistas. Hay que identificar los síntomas lo antes posible e intervenir. La asistencia adicional para el aprendizaje, las clases particulares y las clases especiales mientras se está en la escuela pueden ayudar. Las personas con dislexia necesitan una práctica estructurada y una retroalimentación inmediata. También se les puede conceder tiempo extra para hacer un examen o completar una tarea. El refuerzo positivo ayuda al niño a construir una buena imagen de sí mismo, y el asesoramiento psicológico puede ayudarle a afrontar problemas y luchas emocionales.

Si no se trata, la dislexia puede provocar problemas de comportamiento en la escuela, sobre todo si el niño no puede seguir el ritmo del resto de la clase. La dislexia puede dañar la autoestima de un individuo y provocar ansiedad o agresividad. Los problemas de lectura pueden afectar al futuro laboral y educativo de una persona. Las personas pueden beneficiarse de un sistema de apoyo sólido que les ayude a superar sus dificultades.

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