Un estudio sugiere que los videojuegos pueden mejorar las capacidades de aprendizaje en personas con dislexia

(iStock)

Para las personas con dislexia, jugar a videojuegos de acción puede ayudarles a gestionar mejor el cambio de atención entre las señales auditivas y visuales, revela una nueva investigación.

La dislexia afecta a entre el cinco y el diez por ciento de la población y es un trastorno del aprendizaje de la lectura, la escritura y la ortografía. Un efecto secundario bien documentado es la dificultad para procesar y cambiar entre señales sensoriales visuales y auditivas, por ejemplo, mirar una imagen y luego cambiar la atención a un ruido repentino.

En un nuevo estudio publicado en Current Biology, los investigadores comprobaron los tiempos de reacción de 34 participantes pidiéndoles que pulsaran un botón cada vez que oyeran un sonido, vieran un destello tenue o experimentaran ambas cosas a la vez durante el experimento. La mitad del grupo tenía dislexia y la otra mitad no.

En general, descubrieron que las personas con dislexia tenían tiempos de reacción más lentos cuando una señal sonora seguía a una señal visual, en comparación con el grupo de control.

"Esto encaja en el modelo de atención de la dislexia: ser más lento para cambiar la atención de una cosa a otra", dijo a FoxNews.com la autora del estudio, Vanessa Harrar, investigadora junior de la Universidad de Oxford.

Sin embargo, los investigadores observaron que el grupo de disléxicos experimentaba tasas de respuesta similares a las del grupo de control cuando se trataba de reaccionar a una señal visual tras una señal sonora, una asimetría que no se había observado anteriormente entre los disléxicos. Creen que esto puede deberse a que las señales sonoras procedían del mismo lugar que las señales visuales -una pantalla rodeada de altavoces, de modo que el sonido parecía proceder del centro de la pantalla- y no de un lugar distinto.

"Ya sabíamos que los disléxicos tienen dificultades para cambiar de un lugar a otro. [En investigaciones anteriores] tener auriculares en los oídos, pero ver lo visual en una pantalla era una confusión. Éste es el primero que controla realmente la ubicación para que todo se perciba exactamente como procedente del mismo lugar", dijo Harrar.

Sus hallazgos llevan a los investigadores a plantear la hipótesis de que los videojuegos pueden ser valiosos para las personas con dislexia, ya que les ayudan a entrenarse para cambiar más fácilmente entre estímulos auditivos y visuales. Harrar citó el ejemplo de los niños que aprenden a leer: cuando un profesor dice el sonido de una letra, luego muestra la letra, dice el siguiente sonido, luego muestra la siguiente letra. Hay un cambio constante entre el sonido y los estímulos visuales y la ubicación que, si no se es capaz de cambiar la atención de esa forma, dificulta el aprendizaje del sonido asociado a la letra y la palabra.

"La idea es entrenar con algún tipo de videojuego que entrene los movimientos oculares hacia diferentes lugares para añadir ese componente multisensorial", dijo Harrar.

Aunque su investigación es todavía preliminar, los investigadores sugieren que los futuros programas de entrenamiento en dislexia deberían tener en cuenta su hallazgo sobre la asimetría.

Con el tiempo, les gustaría poder emparejar diferentes características de la dislexia con videojuegos que se dirijan a déficits específicos.

"Para mí, se trata más bien de... encontrar el entrenamiento adecuado para cada persona", dijo Harrar.

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