Somos lo que comemos: Advertencia alimentaria para embarazadas

Una tendencia creciente que observo en muchas de mis pacientes embarazadas me tiene preocupada, sobre todo en las procedentes de países latinoamericanos, que a menudo no se dan cuenta de que muchas tradiciones culturales, en lo que se refiere a la comida, pueden poner en peligro a sus hijos no nacidos.

Cuando estas pacientes regresan o reciben visitas de familiares de sus respectivos países, que traen alimentos que pueden no estar debidamente procesados, aumenta la posibilidad de que se produzcan infecciones bacterianas transmitidas por los alimentos. Una vez ingeridas, las bacterias pueden causar complicaciones en el embarazo que provoquen abortos espontáneos, infecciones intrauterinas graves o incluso mortinatos.

Ciertas infecciones como la Listeria y la E. coli son ejemplos de esas bacterias que puedes contraer de quesos no pasteurizados, embutidos, leche cruda, carnes poco cocinadas y productos contaminados.

Los CDC calculan que unas 1.600 personas contraen listeriosis en Estados Unidos cada año, y que aproximadamente un tercio de esos casos se dan en mujeres embarazadas. Lo más probable es que, si contraes listeriosis, no enfermes gravemente. Pero eso no significa que no pueda tener repercusiones graves en la salud de tu bebé en desarrollo.

Otras infecciones, como la toxoplasmosis, pueden adquirirse al manipular tierra o arena para gatos que contengan heces infectadas por el parásito, o al comer carnes sin procesar o poco cocinadas. Aproximadamente la mitad de las mujeres embarazadas infectadas por toxoplasmosis pueden transmitir la infección al feto, lo que puede causar graves problemas durante el parto o después de él.

Recuerdo que en la facultad de medicina nos enseñaban sobre estas infecciones en mujeres embarazadas, pero apenas se veían, sobre todo aquí en EE.UU. Ahora, cada vez se documentan más casos y, personalmente, he tratado demasiados como para decir que es una coincidencia, sino más bien una tendencia problemática que debe detenerse.

Por supuesto, hay otras restricciones que las mujeres embarazadas deben observar cuando se trata de cosas como el sushi y otros pescados, pero responderé a esas preguntas en otra ocasión.

Así que presta atención y no consumas productos lácteos caseros, especialmente los no pasteurizados o no procesados, si quieres tener un embarazo sano.