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Leer un cuento a tu hijo a la hora de dormir es una tradición que va más allá del tiempo de vinculación. No sólo despierta su amor por la lectura, sino que también puede desempeñar un papel vital en su éxito a largo plazo. 

"A los tres años, el 85% del desarrollo cerebral está completo", dice Melissa Tigges, Vicepresidenta de Iniciativas Estratégicas de Cottage Door Press. "Por tanto, esperar hasta la escuela para iniciar el amor por la lectura es demasiado tarde".

La lectura temprana conduce al éxito académico, a una mejor salud mental y a una mayor esperanza de vida. Pero Tigges añade que esos no son los únicos beneficios. "Está el crecimiento del vocabulario, la estimulación de la creatividad y la imaginación.... Los niños a los que se lee desde el nacimiento suelen estar expuestos a un millón de palabras más que los niños a los que no se lee desde el nacimiento." 

El desarrollo de las destrezas lectoras es más crucial que nunca, ya que el recientemente publicado Informe Nacional muestra un descenso en el dominio de la lectura. Muestra que las puntuaciones de lectura de los alumnos han descendido al nivel más bajo de la historia. Y algunos educadores señalan como factores que contribuyen a ello el aumento del tiempo frente a la pantalla, el acortamiento de los períodos de atención y la disminución de la lectura de contenidos más extensos. "La cantidad de personas que leen en voz alta a sus hijos y de niños que leen por placer ha disminuido sustancialmente", informa Tigges.

Y para ayudar a fomentar el amor por la lectura, Tigges sugiere empezar ya desde el nacimiento y cultivar hábitos de lectura durante toda la primera infancia. "Los dos primeros años, de nuevo, se trata más bien de comprometerse con ellos y leerles para que puedan oír este lenguaje", dice. "A los tres o cuatro años, darles algún tiempo de lectura independiente, darles libros que estén a su nivel, dejarles ir a la biblioteca y elegir lo que quieren leer".

A medida que crecen, puede resultar más difícil conseguir que dejen las pantallas y cojan un libro. Pero Tigges recuerda a los padres que no todas las pantallas equivalen a tiempo de pantalla malgastado: "Hay formas de utilizar la tecnología de forma beneficiosa. Y sabes que estos niños forman parte de esta más. Ya sabes, una generación tecnológicamente avanzada. Y nosotros, una vez más, tenemos que ir a su encuentro y encontrar herramientas que ayuden a salvar la distancia entre lo viejo y lo nuevo".

¿La mejor manera de educar a un lector? Sé tú mismo uno. Tigges anima a los padres a modelar el comportamiento y a recordar que toda lectura es aprendizaje. su consejo: "No te preocupes tanto por lo que leen, sólo porque leen".