El debate se sale de madre: Trump interrumpe y Biden discute en un festival de gritos

Fue el debate presidencial como pelea de bar, como festival televisivo de gritos, como agotador derbi de insultos.

Fue el debate presidencial como pelea de bar, como festival televisivo de gritos, como agotador derbi de insultos.

Para frustración del moderador Chris Wallace, y quizá de gran parte de la audiencia televisiva, gran parte del cara a cara de Cleveland -y no hay otra forma de decirlo- se salió de madre.

Dada la naturaleza polarizada del país, es probable que cambiaran pocas opiniones, a menos que se calificara a los candidatos por su cortesía.

La sustancia se abrió paso de vez en cuando, pero en general fue una noche de sonido y furia y, de principio a fin, de gran frustración.

El primer punto de inflexión se produjo tras un leve intercambio sobre el candidato al Tribunal Supremo, cuando Joe Biden dijo que el presidente Trump está en los tribunales para deshacerse de ObamaCare y Amy Coney Barrett ha dicho que la ley es inconstitucional.

EL DEBATE PRESIDENCIAL SE VUELVE PERSONAL CUANDO BIDEN LLAMA 'PAYASO' A TRUMP, TRUMP LE DICE A BIDEN QUE NO ES 'INTELIGENTE'

La insinuación de Biden de que 20 millones de personas perderían su seguro médico llevó el debate a su terreno, claramente parte de su plan de juego.

El segundo punto de inflexión se produjo cuando Trump acusó a Biden de querer quitar el seguro médico a 180 millones de personas, y cuando el demócrata dijo que se había opuesto a Medicare para Todos, el presidente afirmó que "tu partido" está a favor de la medicina "socialista". Esas pullas, y las menciones a Bernie Sanders, eran claramente el núcleo del plan de juego de Trump.

El tercer punto de inflexión se produjo cuando Wallace intentó presionar a Trump sobre si protegería a las personas con enfermedades preexistentes y el presidente le reprendió: "Supongo que estoy debatiendo contigo, no con él". Con sus posteriores ataques a las "noticias falsas" y su queja de que Biden tiene buena prensa y él mala, Trump desveló el aspecto antimedios de su estrategia.

El cuarto punto de inflexión se produjo cuando Trump empezó a interrumpir e importunar cada vez más a Biden, y a hablar por encima de él (así como de Wallace), y Biden tuvo que apresurar sus réplicas: "No estoy aquí para criticar sus mentiras. Todo el mundo sabe que es un mentiroso".

Biden pronto tuvo que interrumpir para seguir en el juego: "Amigos, ¿tenéis idea de lo que está haciendo este payaso?".

Y cuando Trump irrumpió para preguntar si Biden llenaría el alto tribunal, Biden dijo burlonamente: "Sigue parloteando, tío".

Y eso fue todo en el primer segmento.

La impresión inicial, con Wallace luchando por mantener el control y pidiendo repetidamente a Trump que dejara hablar al ex vicepresidente, fue la de Trump intentando dominar el escenario. "¿Quieres callarte, tío?", dijo en un momento dado un exasperado Biden.

Con Trump pisoteando a ambos hombres como si fueran molestos reporteros de la Casa Blanca, sus partidarios aplaudieron sin duda la demostración de fuerza. Pero para muchos otros, quizá los escépticos respecto al presidente, el ceño fruncido y los insultos constantes pueden haber parecido intimidación.

En algunos tramos, a pesar de la seriedad de los temas, las justas parecían juveniles. Biden, hablando del coronavirus, recordó sus elucubraciones sobre "inyectarse lejía en el brazo", que Trump insistió en que eran "sarcásticas" (aunque no lo afirmó en ese momento). Cuando Biden dijo que el presidente no estaba siendo inteligente, Trump respondió despectivamente "No utilices nunca la palabra inteligente conmigo".

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Cuando Biden habló de la importancia de las máscaras, Trump dijo que su oponente tenía que celebrar pequeños mítines porque no podía atraer a grandes multitudes. En otro momento, Biden llamó "tonto" al presidente en funciones.

Puede que fuera entretenido, pero fue poco esclarecedor.

Finalmente, tras casi una hora, Wallace interrumpió el debate y pidió al presidente que dejara de interrumpir. Cuando Trump dijo que eso debería aplicarse también a Biden, el presentador de Fox News replicó: "Francamente, tú has interrumpido más".

No funcionó, y Wallace tuvo que seguir recordando a Trump que su campaña había aceptado las normas. Las discusiones continuaron hasta el final.

Los límites del formato del debate fueron dolorosamente evidentes. Cuando Wallace le preguntó por el informe del New York Times según el cual pagó 750 dólares en impuestos federales sobre la renta en 2016 y 2017, Trump dijo que pagó millones, pero no quedó claro el tipo de impuestos.

Cuando el presidente respondió acusando a Hunter Biden de haber cobrado millones por trabajar en China y Rusia, Biden protagonizó uno de sus mejores momentos, mirando a la cámara: "No se trata de mi familia ni de la suya, sino de la tuya".

Uno de los momentos más fuertes de Trump fue cuando habló de que "nosotros creemos en la ley y el orden y vosotros no", y la refutación más fuerte que Biden pudo reunir es que la violencia "nunca es apropiada".

Pero luego ambos flaquearon ante el interrogatorio de Wallace. Cuando se le preguntó si alguna vez había llamado al alcalde de Portland o al gobernador de Oregón para pedir el fin de la violencia, Biden no tuvo mucho que decir y acusó a Trump de echar gasolina al fuego.

Y cuando le preguntaron si denunciaría a los supremacistas blancos y a los grupos de milicianos, Trump desvió la pregunta culpando de la violencia a "la izquierda".

La noche terminó como empezó, con Trump y Biden discutiendo sobre el resultado de unas elecciones controvertidas y el presidente intentando tener la última palabra mientras Wallace trataba de concluir.

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