En el Día de la Constitución, honra nuestro principal documento de gobierno como uno de los mayores logros políticos de la historia.

Deberíamos honrar nuestro principal documento de gobierno este Día de la Constitución leyéndolo

Reconocemos el Día de la Constitución -el 17 de septiembre- para celebrar algo más que palabras en un pergamino. La Constitución representa un giro en la historia de la humanidad, alejándose del autoritarismo y acercándose a los derechos y deberes individuales consagrados en sistemas jurídicos que rigen a todos los ciudadanos por igual, desde los de alta alcurnia o la élite hasta los pobres o los de a pie.  

Nadie está por encima de la ley. Todos están sujetos a ella, y transgredirla es transgredir a la familia, a los amigos, a los vecinos y a la sociedad en general.  

La Constitución, si es un símbolo, representa la proposición de que todo ser humano dentro de su jurisdicción goza de derechos que el gobierno existe para defender, y contra los que el gobierno no puede transgredir. Se trata de un concepto hermoso y poderoso, que tiene el poder de unir a pueblos dispares en la búsqueda de una vida mejor para sí mismos y para su posteridad.  

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El juez Antonin Scalia señaló que los dictadores y las repúblicas bananeras también funcionan con constituciones. Afirmó que la declaración de derechos de la Unión Soviética era "maravillosa" y, en su redacción, "mejor que la nuestra". Sin embargo, esas constituciones fracasaron o están fracasando. ¿Por qué? ¿Qué ha hecho que los ciudadanos de Estados Unidos sean el pueblo más libre que ha vivido históricamente bajo una Constitución? ¿Por qué nuestra Constitución ha perdurado mientras que otras constituciones no lo han hecho? 

El difunto juez Antonin Scalia señaló que los dictadores y las repúblicas bananeras funcionan con constituciones, pero esas naciones fracasan. (AP Photo/Charles Rex Arbogast, Archivo)

Se debe a una cultura profundamente arraigada y a unos valores duramente adquiridos, a la reverencia por la ley y la tradición jurídica; una constitución sólo es tan buena como el pueblo al que gobierna. 

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Nuestra Constitución, en teoría, representa un contrato social: un pacto entre los ciudadanos y sus gobernantes que frena al gobierno, divide el poder y contrapone intereses contrapuestos con efecto compensatorio.  

El contrato social de una sociedad madura y exitosa implica un conjunto de individuos lo suficientemente sabios como para apreciar la ventaja recíproca de la sumisión mutua y lo suficientemente similares en ética y moral como para prescribir el alcance, los límites y la estructura adecuados de la autoridad gobernante aprobada.  

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En este Día de la Constitución, no sólo debemos honrar nuestro principal documento de gobierno y a los líderes que hicieron posibles sus disposiciones y ratificación, sino también esforzarnos por ser mejores ciudadanos, más informados, para apreciar la larga cadena de logros humanos que hizo posible nuestras apreciadas libertades bajo la ley.  

La Constitución establece la arquitectura jurídica y de gobierno de nuestro país y representa uno de los mayores logros políticos de la historia del mundo. Merece respeto y un estudio sostenido. ¿Por qué no dedicar tiempo a leerla hoy? 

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