El príncipe Eduardo no es Harry ni Meghan y eso es una bendición

La realeza necesita la presencia estabilizadora del príncipe Eduardo en lugar del caos de Harry y Meghan

Cuando el Príncipe Eduardo, Duque de Edimburgo, celebra su 60 cumpleaños el 10 de marzo de 2024, su perfil dentro de la monarquía británica se ha disparado, sobre todo a raíz de la crisis de salud del Rey Carlos III y otras controversias familiares.  

Eduardo y su admirada esposa, Sofía, duquesa de Edimburgo, contrastan con las ovejas negras de la familia. Entre ellas se encuentran el hermano de Eduardo, el príncipe Andrés, mancillado por el escándalo Epstein, y los tóxicos príncipes Harry y Meghan Markle, que deben mantenerse a distancia para que los asuntos privados de la familia no se vendan al mejor postor para enriquecerse económicamente e infligir el máximo daño. 

Eduardo es el hijo menor de la difunta reina Isabel II y del príncipe Felipe. También es el hermano menor de Carlos. Al igual que su padre y sus hermanos, Eduardo asistió a la Gordonstoun School de Escocia. Más tarde se dedicó a la producción cinematográfica.  

EL TÍO DE KATE MIDDLETON CULPA A MEGHAN MARKLE DE ARRUINAR LA RELACIÓN DE HARRY CON SU HERMANO Y SU CUÑADA

Eduardo y la entonces comunera Sophie Rhys-Jones se conocieron en 1993 en un acto benéfico. Tras seis años de noviazgo, Eduardo y Sophie se casaron en una ceremonia discreta en el castillo de Windsor en 1999. Su matrimonio se ha caracterizado por la estabilidad y la dedicación a sus deberes reales. Desde entonces, la pareja ha construido una sólida vida familiar, con dos hijos, Lady Louise Windsor y James, vizconde Severn. 

El Príncipe Eduardo saluda mientras asiste a un Gran Almuerzo con residentes y representantes de la Real Legión Británica, los Scouts y las Guías, en el pueblo de Cranleigh, Gran Bretaña, 7 de mayo de 2023. (Reuters/Peter Nicholls/Pool )

Tuve el gran honor de conocer a Sophie en Nueva York en 2015. Su calidez y encanto naturales eran evidentes. Es fácil ver por qué Isabel confiaba y se apoyaba en esta nuera devota, como si fuera un pariente de sangre. 

Hace exactamente un año, en marzo de 2023, Carlos concedió a Eduardo el prestigioso título de Duque de Edimburgo. No fue un mero gesto simbólico; este acto tuvo un peso significativo, ya que el título no pasa automáticamente.  

Más bien subraya la elección deliberada del rey de reconocer las contribuciones y la importancia de su hermano de confianza dentro de la familia real. De hecho, el título de duque de Edimburgo no se transferirá automáticamente al hijo de Eduardo, Jaime, cuando éste fallezca algún día, lo que subraya el significado único y personal del nombramiento. 

La trayectoria de Eduardo dentro de la monarquía ha evolucionado sin duda. En 2002, abandonó sus funciones profesionales en el sector privado para convertirse en miembro activo a tiempo completo de la familia real. Encargado de tareas reales oficiales, Eduardo ha ido aumentando su participación y sus responsabilidades a lo largo de los años.  

El título de Duque de Edimburgo, concedido en 2023, representa un hito importante, pues señala cómo Eduardo se ganó la confianza por su dedicación y servicio a la corona. Esto siguió a su nombramiento en 2022 como consejero de estado, un importante papel que permite a su titular, en algunas circunstancias, sustituir al monarca. 

La monarquía ha experimentado cambios notables bajo el liderazgo de Carlos, con especial atención a la "racionalización", para que la monarquía no sea percibida como derrochadora. Eduardo ha estado a la vanguardia de estos cambios, ejemplificados por su reciente nombramiento como Duque de Edimburgo. Anteriormente ostentado por el príncipe Felipe (ampliamente considerado un "tesoro nacional"), este honor muestra claramente la estima en que el rey tiene a su hermano menor. 

La participación de Eduardo refleja su adhesión a la visión de Carlos de hacer la monarquía más accesible y eficaz. Su creciente importancia no es sólo una cuestión de reconocimiento filial, sino un posicionamiento estratégico dentro de una monarquía que está experimentando una transformación para afrontar los retos de la era moderna.  

HAZ CLIC AQUÍ PARA VER MÁS OPINIONES DE FOX NEWS

Las recientes crisis de salud a las que se han enfrentado Carlos y la princesa Kate han añadido urgencia a la necesidad de un sistema de apoyo fuerte y fiable dentro de la familia real. Eduardo, junto con la Duquesa de Edimburgo, ha asumido un papel fundamental como fuerza estabilizadora en estos tiempos de incertidumbre. La visión de Carlos ha encontrado resonancia en el nombramiento del príncipe Eduardo como duque de Edimburgo, ya que se alinea con la visión de una familia real más racionalizada pero impactante. 

Tuve el gran honor de conocer a Sophie en Nueva York en 2015. Su calidez y encanto naturales eran evidentes. Es fácil ver por qué Isabel confiaba y se apoyaba en esta nuera devota, como si fuera un pariente de sangre. 

Eduardo es esencial en este momento, mientras la monarquía se enfrenta a graves problemas de salud, porque los príncipes Andrés y Harry y Meghan Markle se han declarado "fuera de servicio". El mal comportamiento de los tres los ha convertido en tóxicos e incapaces para el servicio. 

El duque y la duquesa de Edimburgo -junto con los incondicionales de la reina Camilla, el príncipe Guillermo y la princesa Ana- se han convertido en figuras integrales de apoyo a Carlos durante este periodo de turbulencias, destacando su importancia para mantener la estabilidad y la continuidad. 

HAZ CLIC AQUÍ PARA OBTENER LA APLICACIÓN FOX NEWS

Ahora que el príncipe Eduardo cumple 60 años, sus difuntos padres estarían orgullosos de este hijo en cuyo hermano puede confiar el rey para garantizar la continuidad de la monarquía constitucional británica.  

El Reino Unido está excepcionalmente bien servido por su monarquía, que ancla la historia y la cultura de la nación y, sin duda, le ayuda diplomáticamente. Pero la monarquía sólo puede sobrevivir si el público considera que aporta valor. La difunta reina trabajó hasta el día de su muerte. El rey Carlos continuó con sus deberes de Estado durante su tratamiento contra el cáncer. La dedicación del duque de Edimburgo parece digna de estas relaciones. Que disfrute de muchas alegrías y siga sirviendo con valentía.  

HAZ CLIC AQUÍ PARA LEER MÁS DE LEE COHEN

Carga más..