La calificación R de la película provida "Unplanned" es irrisoria y errónea

Lo único que los productores de la película "Unplanned" no tenían previsto era que la película obtuviera una calificación R, lo que significa que no se permite la entrada a menores de 17 años sin un adulto.

Parece bastante extraño que una película sin lenguaje soez, sin sexo gratuito, sin violencia, sin cadáveres desnudos, sin tiroteos salvajes ni persecuciones en coche acumulando cadáveres y vehículos destrozados obtenga una calificación igual a la de películas como "Kill Bill", "Pulp Fiction" y "Jungla de Cristal".

Tras haber visto la película en una proyección privada, diría que su calificación R es francamente irrisoria, lo que hace pensar que se trata simplemente de una reacción abiertamente política. Lo que sí muestra esta película es la realidad del aborto, y el poder político y el dinero que ejerce Planned Parenthood como el proveedor de abortos nº 1 del país.

"El objetivo de las clasificaciones es ayudar a informar y orientar a los padres, no prescribir políticas sociales", declaró Matt Bennett, portavoz de la Asociación Cinematográfica de Estados Unidos. "Esta película recibió una calificación R por 'algunas imágenes perturbadoras/sangrientas", y que, "Los cineastas no hicieron uso del proceso de apelación de la calificación".

"Unplanned" cuenta la historia real de Abby Johnson, que anteriormente trabajó en Planned Parenthood como directora de una clínica, pero dimitió en 2009 y se convirtió en activista provida. (Pure Flix)

Keith Mason, uno de los productores de "Unplanned", dijo: "Podríamos haber recurrido la calificación R, pero eso significaría retrasar el estreno de la película otros seis meses, tal vez".

Las películas de bajo presupuesto no disponen de ese lujo de tiempo. El presupuesto para publicidad y marketing es escaso, y los cineastas cuentan en gran medida con el boca a boca, con un público religioso que compra pantallas y con un movimiento provida enfurecido por algunas de las leyes abortistas más agresivas que se están aprobando en todo el país.

La recuperación del dinero de los inversores sólo podrá empezar cuando se estrene la película, que será el 29 de marzo en unas mil pantallas de todo el país.

La película se basa en la historia real de Abby Johnson, antigua directora de una clínica de Planned Parenthood que, al presenciar un aborto quirúrgico real, queda tan traumatizada que renuncia y pasa a formar parte del movimiento provida.

La película es honesta y sincera sobre el encuentro de Johnson con el aborto en la vida real, mostrando su decisión de interrumpir dos de sus embarazos como joven universitaria y, más tarde, como mujer infelizmente casada. También apunta a los manifestantes provida demasiado agresivos que molestan a las mujeres que acuden a las clínicas.

Una escena de "Unplanned". (Pure Flix)

Pero en realidad sólo hay dos, quizá tres escenas que podrían considerarse gráficas. Una es el aborto real que horroriza a Johnson. Sólo se muestra a través de las cámaras de una ecografía. Pero muestra al feto alejándose desesperadamente de la sonda, pataleando y retorciéndose como si quisiera defenderse de un invasor.

La escena es desgarradora y difícil de ver. Tuve que taparme los ojos en el momento en que sus diminutos pies y piernas fueron arrancados del cuerpo y succionados a través del tubo.

Hay un par de escenas más con mucha sangre, pero nada que no se haya visto en programas de televisión como "Law and Order SVU", que cualquiera puede ver en atracones gracias a que está en sindicación.

Según su sitio web, la MPAA califica la película como R porque "contiene algo de material para adultos", y que "se insta a los padres a que se informen sobre la película antes de llevar a sus hijos pequeños con ellos".

Muchos estarán de acuerdo con ello, pues esta película no intenta convertir a nadie que esté incondicionalmente a favor del aborto. No verán esta película.

Mason dijo que su público objetivo se encuentra en dos niveles. Uno es el de los ya convertidos, dándoles un punto de encuentro en medio de una creciente marea política contra el lobby provida. Pero también se dirigen a los que se sientan en los bancos y a los que no se deciden a abortar, porque creen que un feto no nacido no es más que un conjunto de células sin sentimientos ni latidos. Esta película les hará hacer un serio examen de conciencia.

La ironía de clasificar una película como ésta como R, es que, aunque aconseja que los menores de 17 años no vean esta película sin ir acompañados de un adulto, no reconoce que, al menos en 13 estados de EE.UU., una adolescente menor de 17 años puede abortar sin el permiso de sus padres.

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