Los republicanos contra el gobierno: Esto es lo que se necesita para erradicar esta peligrosa ideología
La mayoría de los organismos federales ya se han preparado para un régimen de "diversidad, equidad e inclusión".
{{#rendered}} {{/rendered}}En los últimos meses, ha aumentado notablemente el número de cargos electos republic anos que critican abiertamente los programas y políticas que fomentan la "wokeness", o ideología racialista de izquierdas, a nivel federal o estatal. Se trata de un avance positivo y una señal de que más responsables políticos republicanos han reconocido la importante amenaza que supone la prevalencia de ideologías como la teoría racial crítica en las instituciones clave de nuestra sociedad.
Pero si los republicanos se toman en serio esta lucha, tienen que reconocer una realidad importante e incómoda: la ideología woke está ahora incrustada en el ADN mismo de la burocracia federal. Cada vez guía más las decisiones cotidianas sobre todo, desde la asistencia sanitaria al transporte, armando al gobierno para dividir a los estadounidenses en "opresores" y "oprimidos" y castigarlos según su identidad.
¿Cómo deberían abordar este problema los responsables políticos?
{{#rendered}} {{/rendered}}El presidente Biden habla en la conferencia sobre temas del Caucus Demócrata de la Cámara de Representantes, en Baltimore, el 1 de marzo de 2023. (Drew Angerer/Getty Images)
En primer lugar, deben comprender que acabar con la amenaza de un gobierno despierto y armificado requerirá algo más que la simple eliminación de unas cuantas partidas del presupuesto o la derogación de unas cuantas órdenes ejecutivas. Por el contrario, requerirá desmantelar y transformar radicalmente grandes partes de la burocracia federal y arrancar de raíz estas ideologías tóxicas de nuestro gobierno.
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Una reciente orden ejecutiva del presidente Biden que sitúa la "equidad racial" en el centro de la formulación de políticas de los organismos federales demuestra la magnitud del reto.
{{#rendered}} {{/rendered}}La orden exige que todas las agencias elaboren "planes de acción para la equidad", creen "equipos de equidad de agencia" dentro de cada departamento federal y promulguen políticas con el objetivo de "ofrecer resultados equitativos". En traducción: La Orden Ejecutiva 14091 crea un cuerpo de comisarios woke en todo el gobierno federal que aplicaría políticas discriminatorias dirigidas a grupos raciales desfavorecidos -sobre todo blancos y asiáticos- en nombre de la justicia social.
A primera vista, esto parecería una intervención brusca en las operaciones cotidianas del Estado administrativo. Pero en realidad, la mayoría de los organismos federales ya han puesto en marcha gran parte de esta agenda divisoria y ya se habían preparado para un régimen de "diversidad, equidad e inclusión".
Casi 100 agencias federales han presentado ya planes de equidad de agencia que aplicarían políticas discriminatorias de concesión de subvenciones, contratos y otros servicios gubernamentales por motivos de raza, sexo u otras formas de identidad.
{{#rendered}} {{/rendered}}En 2021, por ejemplo, el Departamento de Agricultura lanzó un programa de 4.000 millones de dólares diseñado para proporcionar alivio de la deuda exclusivamente a los agricultores no blancos, independientemente de su salud financiera. El programa fue finalmente paralizado por un juez federal, pero en lugar de cumplir la ley de derechos civiles, el gobierno de Biden intenta ahora redoblar la apuesta con un programa similar que utiliza un lenguaje evasivo para ocultar su intención discriminatoria.
Secretario de Transporte Pete Buttigieg (AP Photo/Manuel Balce Ceneta, Archivo)
La burocracia sanitaria federal también persigue políticas racialmente discriminatorias como parte de sus iniciativas de "equidad sanitaria".
Enmarcada como un esfuerzo por corregir injusticias históricas, la "equidad sanitaria " es simplemente una forma de justificar la priorización de la atención y los recursos para los miembros de grupos raciales específicos. Por ejemplo, durante la pandemia de COVID, algunos programas federales de asistencia sanitaria utilizaron la "equidad sanitaria" como justificación para dar prioridad a la distribución de vacunas contra el COVID a las minorías raciales.
{{#rendered}} {{/rendered}}La administración Biden ha conseguido incluso incrustar la ideología racial crítica en los proyectos federales de infraestructuras. Ya sea lanzando un fondo de 1.000 millones de dólares para combatir las carreteras racistas o distribuyendo 662 millones de dólares de fondos para mejoras portuarias con el fin de promover la "equidad", el secretario de Transporte Pete Buttigieg ha abrazado fanáticamente las preferencias raciales y la discriminación como una cuestión de política federal.
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Los republicanos deben hacer frente a esta amenaza de frente y desfinanciar, desmantelar y transformar radicalmente los elementos de la burocracia federal que hacen avanzar la agenda racialista de izquierdas. En el próximo debate sobre el límite de la deuda y el presupuesto, los republicanos deben centrar su capital político en desfinanciar grandes franjas de las agencias que contribuyen a un gobierno despierto y armado.
{{#rendered}} {{/rendered}}Sin embargo, los republicanos no pueden limitarse a desfinanciar uno o dos programas, declarar la victoria y volver a centrarse en los recortes fiscales o en financiar guerras interminables en el extranjero. Este esfuerzo requerirá un enfoque sostenido durante años, tanto en el Congreso como en el poder ejecutivo, para lograr la transformación fundamental del gobierno federal que se necesita para desechar las ideologías woke que lo han infectado.
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El Congreso debe llevar a cabo una supervisión eficaz y continua que saque a la luz los intentos de incrustar aún más la ideología woke en el gobierno federal, sin temer ejercer agresivamente el poder del erario para hacerla retroceder. Una futura administración presidencial republicana también debe nombrar personal competente que pueda luchar eficazmente contra la wokidad dentro de la burocracia.
{{#rendered}} {{/rendered}}Si los republicanos no captan la magnitud de este reto y afrontan adecuadamente el momento, sólo conseguirán que continúe la marcha del wokismo en todas las instituciones clave de la sociedad, al tiempo que vuelven a fallar a quienes les colocaron en el cargo.
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{{#rendered}} {{/rendered}}Christopher Rufo es investigador principal del Instituto Manhattan.