Cal Thomas: Los alborotadores de Seattle y Portland son sediciosos, no manifestantes

Si se permite que estos anarquistas se salgan con la suya, habrá más anarquía.

La violencia perpetrada en las calles de ciudades de toda América continúa porque los cargos electos locales y estatales (todos demócratas) se niegan a hacer lo necesario para detenerla. Estos actos ya no se ajustan a la definición de protesta. Más bien los define la sedición: "incitación al descontento o a la rebelión contra un gobierno".

El presidente Trump ha ordenado a los agentes del Departamento de Seguridad Nacional que repriman los disturbios de Portland (Oregón) y Chicago, que parecen estar coordinados, e impidan que se extiendan a otras ciudades. La semana pasada, la Casa Blanca anunció el despliegue de lo que denomina "activos federales", que William Barr definió como "agentes de calle e investigadores", en determinadas ciudades que experimentan la mayor violencia.

Algunos sostienen que el presidente se está extralimitando en su autoridad constitucional y en lo que se conoce como la Ley Posse Comitatus de 1878, que "prohíbe el uso de fuerzas militares estadounidenses para realizar tareas propias de la aplicación de la ley civil, como arrestos, detenciones, interrogatorios y encarcelamientos, a menos que el Congreso lo autorice explícitamente".

DONALD TRUMP, JR.: BIDEN NO REDUCIRÍA LOS DISTURBIOS Y LA DELINCUENCIA - ESTÁ CONTROLADO POR LOS AMOS TÍTERES DE LA IZQUIERDA

Puede que sea una exageración decir que las fuerzas del DHS no son militares, pero la cuestión más importante es ésta: ¿Debe el presidente permitir que se destruyan propiedades federales y se dispare a la gente, dada la negativa de algunos alcaldes y gobernadores a intervenir? ¿O, en aras de preservar la "tranquilidad doméstica", salvar vidas humanas y proteger la propiedad pública y privada tomar las medidas que ha tomado?

Tal vez los medios de comunicación deberían preguntar a las personas cuyos puestos de trabajo se han visto interrumpidos, sus negocios destruidos, su trabajo suspendido -o terminado- si les parece bien que continúen los disturbios. Los expertos y los activistas pueden pontificar todo lo que quieran desde la seguridad de sus sótanos y de sus cheques ininterrumpidos, pero ¿qué pasa con las víctimas? ¿No tienen derecho a estar a salvo y seguras?

Más de Opinión

Una ley federal conocida como 18 U.S. Code 2385 y titulada "Abogar por el derrocamiento del gobierno" dice esto "Quien a sabiendas o voluntariamente abogue, instigue, aconseje o enseñe el deber, la necesidad, la conveniencia o la conveniencia de derrocar o destruir el gobierno de los Estados Unidos o el gobierno de cualquier estado, Territorio, Distrito o Posesión del mismo, o el gobierno de cualquier subdivisión política del mismo ... y si dos o más personas conspiran para cometer cualquiera de los delitos mencionados en esta sección, cada una de ellas será multada en virtud de este título o encarcelada por un máximo de veinte años, o ambas cosas, y no podrá ser contratada por Estados Unidos ni por ningún departamento o agencia del mismo durante los cinco años siguientes a su condena". (Énfasis mío.)

HAZ CLIC AQUÍ PARA RECIBIR EL BOLETÍN DE OPINIÓN

Para mí está claro, y debería estarlo para todos los demás, que hay fuerzas que desean destruir no sólo la presidencia de Donald Trump e impedir su reelección, sino que odian al país. Estos manifestantes, que parecen ser en su mayoría mimados, en su mayoría blancos y en su mayoría jóvenes, probablemente han sido radicalizados en sus universidades y en las redes sociales.

Son destructores, no constructores. Los dirigentes electos que se niegan a detenerlos son tan culpables de complicidad en un delito como el conductor del coche que huye tras el atraco a un banco.

El presidente hace bien en poner fin a esto, igual que haría bien en ordenar al ejército que se opusiera a un enemigo exterior que intentara destruir la nación. Si se permite que estos anarquistas se salgan con la suya, habrá más anarquía.

HAZ CLIC AQUÍ PARA OBTENER LA APLICACIÓN FOX NEWS

La paz mediante la fuerza no es sólo un eslogan que invocar cuando se lucha contra enemigos extranjeros y terroristas. También es una política que disuadirá a esta chusma malcriada que no siente gratitud por una nación que les ha dado todo y a la que han devuelto poco.

Deben ser detenidos, procesados y encerrados para que se restablezca el orden.

HAZ CLIC AQUÍ PARA LEER MÁS DE CAL THOMAS

Carga más..