Secretario de Estado Mike Pompeo: Por qué es tan vital la asociación entre Estados Unidos y Arabia Saudí

El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, se reúne con el príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salman, en Riad, Arabia Saudí, el martes 16 de octubre de 2018. (Leah Millis/Pool vía AP)

Los esfuerzos de la administración Trump por reconstruir la asociación entre Estados Unidos y Arabia Saudí no son populares en los salones de Washington, donde los políticos de ambos partidos llevan mucho tiempo utilizando el historial del reino en materia de derechos humanos para pedir que se rebaje la categoría de la alianza. El asesinato en octubre del ciudadano saudí Jamal Khashoggi en Turquía ha acentuado las murmuraciones en el Capitolio y los ataques de los medios de comunicación. Pero degradar los lazos entre Estados Unidos y Arabia Saudí sería un grave error para la seguridad nacional de Estados Unidos y sus aliados.

El reino es una poderosa fuerza de estabilidad en Oriente Medio. Arabia Saudí está trabajando para asegurar la frágil democracia iraquí y mantener a Bagdad atado a los intereses de Occidente, no a los de Teherán. Riad está ayudando a gestionar la avalancha de refugiados que huyen de la guerra civil de Siria colaborando con los países de acogida, cooperando estrechamente con Egipto y estableciendo lazos más fuertes con Israel. Arabia Saudí también ha aportado millones de dólares al esfuerzo dirigido por Estados Unidos para luchar contra el Estado Islámico y otras organizaciones terroristas. La producción saudí de petróleo y la estabilidad económica son claves para la prosperidad regional y la seguridad energética mundial.

¿Es una coincidencia que las personas que utilizan el asesinato de Khashoggi como garrote contra la política del presidente Trump respecto a Arabia Saudí sean las mismas que apoyaron el acercamiento de Barack Obama a Irán, un régimen que ha matado a miles de personas en todo el mundo, incluidos cientos de estadounidenses, y que maltrata a su propio pueblo? ¿Dónde estaba esta cámara de eco, dónde estaban estos avatares de los derechos humanos, cuando el Sr. Obama dio a los mulás paletadas de dinero para que llevaran a cabo su labor como el mayor Estado patrocinador del terrorismo del mundo?

Arabia Saudí, al igual que Estados Unidos -y a diferencia de estos críticos-, reconoce la inmensa amenaza que la República Islámica de Irán representa para el mundo. El Irán actual es, en términos de Henry Kissinger, una causa, no una nación. Sus objetivos son extender la revolución islámica de Teherán a Damasco, destruir Israel y subyugar a cualquiera que se niegue a someterse, empezando por el pueblo iraní. Un Irán envalentonado sembraría aún más muerte y destrucción en Oriente Próximo, desencadenaría una carrera regional de armamento nuclear, amenazaría las rutas comerciales y fomentaría el terrorismo en todo el mundo.

Sigue leyendo la columna del Secretario de Estado Pompeo en el Wall Street Journal.

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