Vivek Ramaswamy y Jed Rubenfeld: La censura de Twitter y Facebook es una violación de la libertad de expresión

Los titanes de Silicon Valley citan sus siempre cambiantes "condiciones de servicio", pero su aplicación selectiva sugiere motivos políticos.

Facebook y Twitter prohibieron la entrada al presidente Trump y a numerosos simpatizantes tras los vergonzosos disturbios de la semana pasada en el Capitolio, y Google, Apple y Amazon bloquearon la alternativa de Twitter Parler, todo ello basándose en acusaciones de "incitación a la violencia" y "incitación al odio".

Los titanes de Silicon Valley citan sus siempre cambiantes "condiciones de servicio", pero su aplicación selectiva sugiere motivos políticos.

La sabiduría convencional sostiene que las empresas tecnológicas son libres de regular los contenidos porque son privadas, y la Primera Enmienda sólo las protege contra la censura gubernamental. Esa opinión es errónea: Google, Facebook y Twitter deben ser tratados como agentes estatales en virtud de las doctrinas jurídicas existentes.

TUCKER CARLSON: TWITTER DEPLORA DESCARADAMENTE A LOS CONSERVADORES Y LUEGO RECUERDA A UGANDA QUE LA CENSURA ES MALA

Utilizando una combinación de incentivos legales y amenazas reguladoras, el Congreso ha cooptado a Silicon Valley para hacer por la puerta de atrás lo que el gobierno no puede realizar directamente en virtud de la Constitución.

Más de Opinión

Es "axiomático", sostuvo el Tribunal Supremo en Norwood contra Harrison (1973), que el gobierno "no puede inducir, animar o promover a personas privadas a realizar lo que constitucionalmente tiene prohibido realizar".

Eso es lo que hizo el Congreso al promulgar la Sección 230 de la Ley de Decencia en las Comunicaciones de 1996, que no sólo permite a las empresas tecnológicas censurar discursos constitucionalmente protegidos, sino que las inmuniza de responsabilidad si lo hacen.

Los jueces han sostenido durante mucho tiempo que la provisión de dicha inmunidad puede convertir una acción privada en una acción estatal. En el caso Departamento de Empleados Ferroviarios contra Hanson (1956), consideraron que existía acción estatal en los acuerdos privados entre sindicato y empleador -que obligan a todos los empleados a afiliarse al sindicato- porque el Congreso había aprobado una ley que eximía a dichos acuerdos de responsabilidad en virtud de la legislación estatal.

En Skinner v. Railway Labor Executives Association (1989), el tribunal volvió a declarar la acción estatal en una conducta privada -pruebas de drogas a empleados de la empresa- porque la normativa federal eximía de responsabilidad a los ferrocarriles si realizaban esas pruebas.

HAZ CLIC AQUÍ PARA SUSCRIBIRTE A NUESTRO BOLETÍN DE OPINIÓN

En ambos casos, al igual que con la Sección 230, el gobierno federal no impuso nada; simplemente se adelantó a la ley estatal, protegiendo a ciertas partes privadas de demandas si realizaban la conducta que el Congreso estaba promoviendo.

La Sección 230 es la zanahoria, y también hay un palo: Los congresistas demócratas han proferido repetidas amenazas explícitas a los gigantes de las redes sociales si no censuraban el discurso que los legisladores desaprobaban.

En abril de 2019, el representante por Luisiana Cedric Richmond advirtió a Facebook y Google de que "más les vale" restringir lo que él y sus colegas consideraban contenido perjudicial o enfrentarse a una regulación:

HAZ CLIC AQUÍ PARA OBTENER LA APLICACIÓN FOX NEWS

 "Vamos a hacerlo rápido, vamos a hacerlo fuerte y vamos a pedirles que rindan cuentas". El representante de Nueva York Jerrold Nadler añadió: "Vamos a ver qué pasa presionándoles".

Jed Rubenfeld, experto constitucionalista, ha asesorado a partes que litigan o pueden litigar contra Google y Facebook.

HAZ CLIC AQUÍ PARA LEER EL RESTO DE ESTA COLUMNA EN EL WALL STREET JOURNAL

HAZ CLIC AQUÍ PARA VER MÁS DE VIVEK RAMASWAMY 

Carga más..