En 1958, el Estudio Electoral Nacional empezó a encuestar la confianza de los estadounidenses en el gobierno, revelando que aproximadamente el 75% creía que el gobierno federal haría lo correcto casi siempre o la mayoría de las veces. Sin embargo, según Pew Research en 2023, esta confianza se ha desplomado a un mínimo de siete décadas de apenas el 16%.
De forma alarmante, sólo el 2% de los estadounidenses cree ahora que el gobierno actúa correctamente de forma sistemática, y la confianza en los funcionarios electos sigue erosionándose. La razón principal de este declive está clara: nuestros dirigentes gubernamentales ya no asumen la responsabilidad de sus decisiones.
En los próximos 100 días previos a las elecciones, fíjate si oyes a alguno de los candidatos admitir sus errores durante la campaña. Declaraciones como "Cometí un error", "Fue una mala decisión" o "No deberíamos haber seguido ese camino" se han vuelto poco frecuentes.
El verdadero liderazgo es desafiante y a menudo solitario. Requiere tomar decisiones difíciles y, lo que es más importante, reconocer tanto los éxitos como los fracasos. Por desgracia, nuestros políticos ya no se comprometen a este nivel de honestidad, lo que contribuye significativamente a la disminución de la confianza en el gobierno federal. La gente comprende que nadie puede tener razón todo el tiempo... sólo somos humanos.
EL 69% PIENSA QUE SOMOS EL MEJOR PAÍS, 5 PUNTOS MÁS QUE EL AÑO PASADO
Durante esta temporada electoral, también serás testigo de cómo ambas partes del espectro político se dedican a culpar a los demás. Ya sea en la televisión, en las columnas de los periódicos o en las redes sociales, es habitual ver a una parte culpar a la otra de los problemas actuales, como la economía, la inmigración, la delincuencia, el aborto o el cambio climático.
Cuando los líderes recurren a culpar a otros, se sienta el precedente de que si no podemos resolver nuestros problemas, está justificado culpar a otro de las dificultades o de la inacción.
Los verdaderos líderes no resuelven los problemas echándose la culpa a los demás. En lugar de ello, se esfuerzan por unir a la gente en torno a una visión compartida y a soluciones viables. Cuando los altos cargos electos se entregan al juego de las culpas, se erosiona aún más la confianza pública en su capacidad para lograr algo significativo.
Restablecer la confianza en el gobierno exige abordar la desconexión entre lo que dicen los políticos y lo que percibe la gente. Por ejemplo, la diputada Nancy Pelosi , demócrata por California, dijo una vez: "Cualquiera que piense que tiene alguna ventaja por la edad de Joe Biden , lo hace por su cuenta y riesgo, porque es muy listo". Sin embargo, unos meses después, puso en duda la capacidad de Biden'para presentarse a la presidencia e inmediatamente apoyó a Kamala Harris una vez que abandonó su campaña de reelección.
Del mismo modo, Harris se desvió célebremente cuando le preguntaron sobre sus planes de visitar la frontera diciendo: "Y todavía no he estado en Europa". A pesar de su papel en la lucha contra la inmigración ilegal, no reconoció los esfuerzos incompletos.
HAZ CLIC AQUÍ PARA VER MÁS OPINIONES DE FOX NEWS
Aún más crudamente, en los años posteriores a las elecciones de 2020, el presidente Trump describió continuamente las elecciones como "amañadas". Los verdaderos líderes aceptan la derrota con amabilidad y trabajan para recuperarse, como los deportistas, que a menudo logran remontadas extraordinarias.
A medida que nos acercamos a las próximas elecciones, queda por ver si los votantes darán prioridad a la personalidad sobre las políticas. Las redes sociales también desempeñan un papel importante en la erosión de la confianza, ya que muchas personas dependen de sus teléfonos inteligentes para informarse. El rápido consumo de noticias a través de breves fragmentos impide a menudo que la gente conozca la historia completa, lo que influye significativamente en sus percepciones y acciones.
Los estadounidenses anhelan recuperar la confianza y la fe en sus líderes. Los políticos deben comprender que mostrar vulnerabilidad y admitir los errores no significa debilidad, sino fortaleza.
HAZ CLIC AQUÍ PARA OBTENER LA APLICACIÓN FOX NEWS
En cualquier función de liderazgo, ya sea en la América corporativa o en una empresa familiar, es inevitable tomar decisiones equivocadas. Sin embargo, la confianza la infunden los líderes que pueden persistir en su visión a pesar de los contratiempos.
Es hora de que nuestros líderes reconstruyan nuestra confianza, empezando con tres simples palabras: "Me equivoqué".