Biden no bromea sobre el control de armas

"Y aunque, como he dicho, no hay una única respuesta a este problema, está claro que no podemos volver a retirarnos a nuestros rincones separados y a nuestros rancios temas de conversación, porque eso conduce inevitablemente a un callejón sin salida".

-- Jay Carney, Secretario de Prensa de la Casa Blanca, en una rueda de prensa el martes.

El presidente Obama anuncia hoy una comisión sobre tiroteos masivos que dirigirá el vicepresidente Joe Biden con la vista puesta en una solución "integral".

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Las comisiones presidenciales suelen ser formas de evitar la acción en lugar de espolearla, como lo fueron las comisiones sobre el déficit del presidente y otras desde tiempos inmemoriales. Y la selección de su vicepresidente para dirigir la comisión es un indicio más de que el objetivo puede ser evitarla.

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Recordemos que a Biden se le han encomendado varias de estas tareas ingratas, como supervisar la batalla perdida para evitar el despilfarro y el abuso de los dólares del estímulo o intentar preservar el gobierno respaldado por Estados Unidos en Bagdad tras la retirada estadounidense de Irak. Los vicepresidentes están hechos a medida para tareas como éstas, cuando el presidente quiere mostrar seriedad pero preservar cierta distancia.

Lo que a los legisladores liberales les gustaría ver del presidente sería, como mínimo, un impulso para reinstaurar la prohibición de 1994 de lo que los defensores del control de armas denominan "armas de asalto", que, en sentido amplio, son armas de fuego que se parecen más a las armas militares que a los rifles de caza.

La prohibición ilustra cómo suelen surgir estas leyes.

El 7 de diciembre de 1993, un hombre armado abrió fuego en el ferrocarril de Long Island, matando a seis personas e hiriendo a otras 19. El entonces presidente Bill Clinton comenzó a impulsar medidas de control de armas que acabarían dando lugar a la aprobación de la Prohibición Federal de Armas de Asalto, aprobada por el Congreso en septiembre de 1994.

Ya se trate de accidentes aéreos, catástrofes mineras o carne contaminada, a menudo han sido las grandes tragedias las que han impulsado nuevas normativas de gran calado. A Obama, partidario desde hace tiempo de las restricciones sobre las armas de fuego, sin duda le gustaría ver una respuesta similar a los tiroteos de Newtown, Connecticut.

Si es así, ¿por qué encargar al hombre del que una vez se burló llamándole "sheriff Joe" la tarea de liderar un asunto tan importante para los demócratas?

Lo más probable es que se deba a que fue Biden el legislador que hizo posible la prohibición original. Como antiguo defensor del control de armas, Biden había impulsado una prohibición de las armas de asalto en el Senado en noviembre de 1993, sólo para verla fracasar en la Cámara de Representantes. Los tiroteos de Long Island del mes siguiente proporcionaron el impulso, con la ayuda de Clinton, para aprobar la legislación al año siguiente.

Los demócratas pro-armas ya se están alineando detrás de un plan que reinstauraría la prohibición, que expiró en 2004, o al menos partes de ella. Los republicanos también se han mostrado receptivos a nuevas restricciones sobre el tamaño de los cargadores, etc.

Si Obama quisiera reinstaurar la prohibición, parecería una tarea bastante sencilla en este momento, sobre todo teniendo en cuenta el clamor público tras los tiroteos de Connecticut. La senadora Diane Feinstein, demócrata de California, tiene la legislación preparada y podría tener lista una votación el mes que viene, cuando el recuerdo de las matanzas aún estuviera fresco en la memoria pública.

Pero la creación de la comisión y la elección de Biden, ardiente partidario del control de armas, para dirigirla sugiere que Obama tiene en mente algo más que un retorno a las políticas de la era Clinton.

Más que un mero lugar donde dejar languidecer un asunto -como hizo con el panel de reducción del déficit-, la selección por Obama de un ferviente defensor del control de armas para dirigir la comisión de tiroteos sugiere que el presidente desea ver cambios mayores.

Y ahora, unas palabras de Charles

"Pero ante un acuerdo en el que Obama no ofrece esencialmente nada sobre el gasto o el 'Plan B', en el que se aprueba una subida de impuestos por 1 millón de dólares, tienes que ir al 'Plan B'. Creo que el 'Plan A' es absurdo".

-- Charles Krauthammer en "Informe especial con Bret Baier".

Chris Stirewalt es editor de política digital de Fox News, y su columna POWER PLAY aparece de lunes a viernes en FoxNews.com. Sigue a Chris en directo todos los días a las 11:30 a.m. hora del Este en http:live.foxnews.com.