Maria Butina, acusada de espía rusa, se declara culpable de conspiración

Maria Butina, en 2013, se dirige a una multitud durante una concentración en apoyo de la legalización de la tenencia de armas cortas en Moscú, Rusia. (AP)

Una mujer acusada de ser una agente secreta del gobierno ruso que reunía subrepticiamente información de inteligencia sobre funcionarios y organizaciones políticas estadounidenses se declaró culpable el jueves de un cargo de conspiración.

Maria Butina, de 30 años, vestida con un mono verde y con el pelo rojo recogido, compareció ante un juez federal en un tribunal de distrito de Washington D.C. y se declaró culpable de un cargo de conspiración para actuar como agente de un gobierno extranjero.

La juez federal Tanya Chutkan dijo que consideraba que Butina "comprende la naturaleza de los cargos que se le imputan y actúa por voluntad propia", y aceptó la declaración de culpabilidad, que formaba parte de un acuerdo con los fiscales.

Las autoridades acusaron de que el trabajo de Butina estaba dirigido por Alexander Torshin, funcionario bancario del gobierno ruso, actualmente sancionado por el Departamento del Tesoro por sus vínculos con el presidente ruso Vladimir Putin.

Los fiscales afirman que Butina utilizó sus contactos con la Asociación Nacional del Rifle y el Desayuno Nacional de Oración para entablar relaciones con políticos estadounidenses y recabar información para Rusia.

Los fiscales también han afirmado que el novio de Butina, el agente político conservador Paul Erickson, identificado en los documentos judiciales como "Persona estadounidense 1", la ayudó a establecer vínculos con la NRA.

En sus documentos, los fiscales afirman que los agentes federales descubrieron que Butina tenía información de contacto de personas sospechosas de estar empleadas por los Servicios Federales de Seguridad de Rusia, o FSB, la agencia de inteligencia sucesora del KGB. En el interior de su domicilio, encontraron notas que hacían referencia a una posible oferta de trabajo del FSB, según los documentos.

Los investigadores recuperaron varios correos electrónicos y conversaciones de mensajes directos de Twitter en los que Butina se refería a la necesidad de mantener su trabajo en secreto y, en un caso, dijo que debía ser "de incógnito". Los fiscales afirmaron que Butina mantuvo contactos con funcionarios de los servicios de inteligencia rusos y que el FBI la fotografió cenando con un diplomático sospechoso de ser agente de los servicios de inteligencia rusos.

El abogado de Butina, Robert Driscoll, había denunciado anteriormente los cargos contra ella como "exagerados" y dijo que los fiscales criminalizaron sus oportunidades mundanas de establecer contactos. Ha dicho que su cliente era una estudiante interesada en la política estadounidense y que deseaba una mejor relación entre Estados Unidos y Rusia.

Permanecerá encarcelada mientras espera la sentencia. Butina, que fue detenida en julio, se enfrenta a una pena máxima de cinco años de prisión y podría ser deportada tras su puesta en libertad.

Fox NewsJake Gibson y Associated Press contribuyeron a este reportaje.

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