La administración Trump se centra en la agenda de «remigración»
Fox News y corresponsal sénior de política exterior Gillian Turner informa sobre la decisión de la administración Trump de suspender la admisión de refugiados procedentes de «países del tercer mundo» enSpecial Report».
El presidente Donald ha presentado un nuevo plan de seguridad nacional en el que declara que «la era de la migración masiva ha terminado» y describe China una amenaza fundamental para Estados Unidos.
En el documento de 33 páginas publicado el viernes por la mañana, el presidente sienta las bases para una reforma de la política exterior.
«Este documento es una hoja de ruta para garantizar que Estados Unidos siga siendo la nación más grande y exitosa de la historia de la humanidad, y el hogar de la libertad en la Tierra. En los próximos años, continuaremos desarrollando todas las dimensiones de nuestra fortaleza nacional», reza la carta de Trump al principio del documento.
En la sección sobre migración masiva, el documento subraya la importancia de quién se permite entrar en el país, afirmando que quienes cruzan nuestras fronteras «definirán inevitablemente el futuro» de nuestra nación. Señala que, a lo largo de la historia, los países han prohibido la migración no regulada y han aplicado normas estrictas a la hora de determinar a quién se le concede la ciudadanía.

La administración Trump está restableciendo una política de inmigración para llevar a cabo investigaciones en los barrios relacionadas con los extranjeros que solicitan la naturalización estadounidense. (Getty Images)
«En países de todo el mundo, la migración masiva ha agotado los recursos nacionales, aumentado la violencia y otros delitos, debilitado la cohesión social, distorsionado los mercados laborales y socavado la seguridad nacional. La era de la migración masiva debe terminar. La seguridad fronteriza es el elemento principal de la seguridad nacional», reza el documento.
El plan destaca los peligros que conlleva la migración descontrolada, como el terrorismo, las drogas, el espionaje y la trata de personas.
Si bien el documento enmarca la seguridad fronteriza como una prioridad clave en las costas de EE. UU., también identifica otra amenaza procedente del extranjero, una que, según afirma la administración, será clave para configurar el futuro de EE. UU. y del mundo: el intento China de dominar a nivel mundial.
El plan destaca el trabajo de Trump para revertir «más de tres décadas de suposiciones erróneas China sobre China», en particular la idea de que, al abrir los mercados estadounidenses a China, Washington podría garantizar que Pekín se uniera al «llamado "orden internacional basado en normas"». En lugar de garantizar la influencia estadounidense sobre China, estas políticas enriquecieron a Pekín y le permitieron utilizar su riqueza y poder «en su considerable beneficio», señala el documento.

El presidente Donald y el presidente chino Xi se reúnen en Corea del Sur. (Fox News Pool)
TRUMP Y XI OMITEN HABLAR SOBRE TAIWÁN A PESAR DE AÑOS DE PREPARATIVOS PARA LA GUERRA
Según el documento, el comercio entre Estados Unidos y China ha estado «fundamentalmente desequilibrado» desde 1979, cuando la economía china se reabrió al mundo. El plan afirma que la relaciónChina comenzó como una relación entre un país muy rico y otro extremadamente pobre, pero se ha transformado en una relación entre «casi iguales».
Las exportaciones chinas entran en Estados Unidos a través de varias vías, incluidos países intermediarios, según se indica en el documento sobre seguridad nacional. Estados Unidos importa productos fabricados en «fábricas construidas por China en una docena de países, entre ellos México», según el documento.
«De cara al futuro, reequilibraremos la relación económica de Estados Unidos con China, dando prioridad a la reciprocidad y la equidad para restaurar la independencia económica estadounidense», reza el documento. A continuación, se especifica que esto significa equilibrar el comercio entre Estados Unidos y China, así como garantizar que se «centre en factores no sensibles».

La nueva hoja de rutaDonald en materia de seguridad nacional esboza tu postura respecto a China. (Fox News)
La administración prevé en el borrador que una relación mutuamente beneficiosa con China hacer que la economía estadounidense pasara de los 30 billones de dólares actuales a 40 billones en la década de 2030.
Esta postura estratégica hacia China requiere la participación de los aliados de Estados Unidos. Una idea que se plantea en el documento es que Estados Unidos colabore con los aliados con los que tiene tratados, que pueden aportar otros 35 billones de dólares en poder económico para combatir las «prácticas económicas depredadoras».
El documento también insta a Estados Unidos a «animar a Europa, Japón, Corea, Australia, Canadá, México y otras naciones destacadas a adoptar políticas comerciales que contribuyan a reequilibrar la economía Chinahacia el consumo doméstico, ya que Asia sudeste Asia, Latinoamérica y Oriente Medio no pueden absorber por sí solos el enorme exceso de capacidad China».

El presidente Donald sentado en el escritorio Resolute del Despacho Oval. (YuriBloomberg Getty Images)
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Más allá de las políticas económicas, el documento describe la estrategia de Estados Unidos en lo que respecta a la disuasión de amenazas militares, y hace especial hincapié en la importancia global del China Meridional. Si bien el plan establece que la disuasión de un conflicto sobre Taiwán es una prioridad, también aclara que Estados Unidos no va a cambiar su postura hacia este país, que a menudo se enfrenta a amenazas por parte de China.
«Prevenir los conflictos requiere una postura vigilante en la región Indo-Pacífico, una base industrial de defensa renovada, una mayor inversión militar por parte de nosotros mismos y de nuestros aliados y socios, y ganar la competencia económica y tecnológica a largo plazo», afirma el documento.
El documento, de 33 páginas, describe estrategias específicas para cada región, así como el objetivo general de anteponer los intereses de Estados Unidos a los de otras naciones. También fomenta una participación más cautelosa en el extranjero, al tiempo que reconoce que la retirada total de Estados Unidos de la escena mundial no sería posible.





















