Primeras fotos de una región misteriosa del Sol

Imagen fija de la primera película captada por el observatorio solar IRIS, 21 horas después de que los controladores de la misión abrieran la puerta del telescopio. (NASA/IRIS)

Concepto artístico del satélite Espectrógrafo de Imágenes de la Región de Interfaz (IRIS) en órbita. El telescopio de observación solar se lanzará en junio de 2013. (NASA)

El observatorio solar más reciente de la NASA ha tomado sus primeras fotos de las capas más bajas de la atmósfera solar, una región misteriosa y poco comprendida del Sol.

Las imágenes, tomadas sólo 21 horas después de que los controladores de la misión abrieran por primera vez la puerta del telescopio, revelan nuevos detalles de la atmósfera inferior del Sol, una zona conocida como "región de interfaz". La nave espacial IRIS (abreviatura de Interface Region Imaging Spectrograph, Espectrógrafo de Imágenes de la Región de Interfaz) captó imágenes de finas estructuras magnéticas y corrientes de material en la atmósfera solar. Estas primeras observaciones sugieren la existencia de enormes cantidades de flujo de energía a través de la región de interfaz, según los responsables de la NASA.

"Con esta gran apertura de la puerta del telescopio y las primeras observaciones del IRIS, hemos abierto una nueva ventana a la energética de la atmósfera solar", declaró en un comunicado John Grunsfeld, administrador asociado de la Dirección de Misiones Científicas de la sede central de la NASA en Washington D.C.. "Esperamos con impaciencia los nuevos conocimientos que nos proporcionará el IRIS". [La misión del Observatorio Solar IRIS de la NASA en imágenes].

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La puerta que cubre el telescopio IRIS se abrió por primera vez el 17 de julio, lo que le permitió tomar sus primeras fotografías del Sol. Estas fotos mostraron unas estructuras finas, parecidas a fibras, que nunca se habían visto antes en la atmósfera solar, dijeron los responsables de la NASA.

El IRIS también observó grandes diferencias de densidad y temperatura en toda la región de interfaz del sol, incluso entre bucles de material solar situados a sólo unos cientos de kilómetros de distancia entre sí, dijeron los científicos. La nave espacial también captó manchas que parecen parpadear -que se iluminan rápidamente y luego se atenúan-, lo que podría indicar cómo se transporta y absorbe la energía en esta zona de la atmósfera solar.

La energía que fluye a través de la región de la interfase puede ayudar a alimentar la atmósfera dinámica del sol y a calentar las capas superiores de la atmósfera solar hasta temperaturas abrasadoras de unos 1,8 millones de grados Fahrenheit, explicaron los responsables de la NASA.

Las características observadas en las capas inferiores de la atmósfera solar también pueden impulsar el viento solar, que fluye por todo el sistema solar. Durante las potentes tormentas solares, las corrientes de partículas cargadas que forman el viento solar pueden derribar los satélites a su paso, provocando fallos en la red eléctrica e interrumpiendo los servicios de GPS.

Durante su misión de dos años, IRIS estudiará de cerca la región de interfase del Sol, donde se genera la mayor parte de las emisiones ultravioletas de la estrella. La nave espacial examinará cómo el material solar se mueve, acumula energía y se calienta a medida que viaja por esta parte de la atmósfera inferior.

El telescopio de la nave espacial, que es una combinación de un telescopio ultravioleta y un espectrógrafo, está diseñado para captar imágenes de alta resolución cada pocos segundos, y puede enfocar áreas tan pequeñas como 150 millas en el sol, dijeron funcionarios de la NASA. El espectrógrafo de a bordo analiza la luz solar, dividiéndola en varias longitudes de onda y midiendo la cantidad de cada longitud de onda presente.

Durante las próximas semanas, los científicos inspeccionarán los datos del IRIS para asegurarse de que los instrumentos de la nave espacial funcionan bien. De momento, los responsables de la misión están impresionados.

"La calidad de las imágenes y los espectros que estamos recibiendo del IRIS es asombrosa: es justo lo que esperábamos", declaró en un comunicado Alan Title, investigador principal del IRIS en Lockheed Martin, en Palo Alto (California). "Queda mucho trabajo por delante para comprender lo que estamos viendo, pero la calidad de los datos nos permitirá hacerlo".