Último vistazo al cometa ISON antes de su encuentro con el Sol el jueves

Imagen del cometa ISON tomada por la sonda Messenger de la NASA durante su máxima aproximación a Mercurio el 19 de noviembre de 2013. En ese momento, ISON se encontraba aproximadamente a 36,2 millones de kilómetros (22,5 millones de millas) de Messenger y a 67,8 millones de kilómetros (42,1 millones de millas) de Mercurio (NASA/Johns Hopkins University Applied Physics Laboratory/Carnegie Institution of Washington/Southwest Research Institute).

El cometa ISON entró en la vista del Observatorio Solar de Relaciones Terrestres de la NASA el 21 de noviembre de 2013, donde puede verse con la Tierra, Mercurio y el cometa 2P/Encke. (Karl Battams/NASA/STEREO/CIOC)

Una sonda de la NASA en órbita alrededor de Mercurio ha enviado nuevas fotos del cometa ISON, y otras naves espaciales están preparadas para documentar el esperado sobrevuelo solar del trotamundos helado el jueves 28 de noviembre.

La nave espacial Messenger de la NASA tomó nuevas imágenes del cometa ISON el 19 de noviembre, cuando el objeto helado pasó a gran velocidad junto a Mercurio, a una distancia de 22,5 millones de millas. Mientras tanto, la sonda Stereo-A de la agencia, que estudia el sol, captó su propia foto de ISON el 21 de noviembre, y una falange de otros observatorios espaciales solares observarán el encuentro cercano del cometa con el sol el jueves, que lo acercará a sólo 730.000 millas de la superficie solar.

[pullquote]

Messenger ha estado observando a ISON y a otro cometa, Encke, durante el último mes, monitorizando a ambos con generadores de imágenes y espectrómetros. Las observaciones de la nave espacial ofrecen una perspectiva no disponible desde ubicaciones en la Tierra, revelando potencialmente nuevos detalles sobre la estructura y composición de los cometas, dijeron los investigadores. [Cómo ver el cometa ISON en el cielo nocturno].

"Los encuentros concometas no se tuvieron en cuenta cuando se diseñó la misión Messenger", dijo en un comunicado el investigador principal de Messenger, Sean Solomon, de la Universidad de Columbia. "Si Encke e ISON comparten algunos de sus secretos sobre la formación y evolución del sistema solar, el equipo de Messenger estará encantado con la bonificación científica".

Más sobre esto...

Aunque Messenger seguirá observando a Encke hasta principios de diciembre, dejará de observar a ISON el martes porque el cometa estará demasiado cerca del Sol, según los investigadores.

Pero varias naves espaciales solares continuarán donde lo deje Messenger. Stereo-A, por ejemplo, lleva observando el cometa ISON desde el 21 de noviembre y seguirá haciéndolo hasta el viernes. El gemelo de Stereo-A, Stereo-B, participará desde el martes hasta el viernes, y la nave espacial SOHO -un esfuerzo conjunto de la NASA y la Agencia Espacial Europea- observará ISON desde el miércoles hasta el sábado.

Además, el Observatorio de Dinámica Solar (SDO) de la NASA seguirá el encuentro solar cercano del cometa el jueves, al igual que la sonda Hinode de Japón.

"Todos estos observatorios tendrán vistas diferentes. El Stereo-B será el único que vea el tránsito del cometa por la cara del Sol", escribieron los responsables de la NASA en un comunicado el viernes 22 de noviembre.

"En la vista de SDO, el cometa parecerá viajar por encima del sol, y los instrumentos de SDO apuntarán lejos del centro del sol para obtener una mejor vista durante tres horas el 28 de noviembre", añadieron. "Además de aprender más sobre el cometa en sí, estas observaciones pueden utilizar el cometa como trazador para mostrar el movimiento en el viento solar y la atmósfera solar".

El cometa ISON podría ofrecer un gran espectáculo si sobrevive a su temeraria inmersión del jueves, brillando con fuerza en el cielo durante los primeros días de diciembre, dicen los expertos. Y el sobrevuelo también tiene entusiasmados a los científicos. ISON realiza su primer viaje a través del sistema solar interior desde la lejana y helada Nube de Oort, por lo que observar qué gases se desprenden de su superficie puede aportar datos poco comunes sobre la composición de un cometa relativamente prístino, afirman los investigadores.