Puede que la NASA necesite utilizar vuelos rusos durante más tiempo

Representación artística del Vehículo Tripulado Polivalente en una misión al espacio profundo. (NASA)

La NASA está elaborando planes de reserva para prolongar el uso de naves espaciales rusas para transportar astronautas a la Estación Espacial Internacional, incluso cuando los funcionarios de la agencia restan importancia a esas opciones y expresan la esperanza de que los cohetes y cápsulas privados estén disponibles para esos viajes dentro de cinco años.

Charles Bolden, director de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA), declaró la semana pasada ante el Comité de Ciencia de la Cámara de Representantes que la agencia espacial estaba dando los primeros pasos para alinear naves espaciales rusas adicionales -que han sido la única opción de la NASA desde que el año pasado se retiró la flota estadounidense de transbordadores espaciales- porque las limitaciones presupuestarias estaban retrasando el desarrollo de vehículos tripulados comerciales.

"Dados los actuales niveles de financiación", dijo Bolden en un testimonio escrito, "prevemos la necesidad de adquirir capacidades [rusas] de transporte y rescate de tripulaciones hasta 2017". En un principio, estaba previsto que los taxis espaciales comerciales estadounidenses estuvieran en servicio a principios de 2016.

El jefe de la NASA dijo que su agencia aún espera que los taxis espaciales privados puedan estar listos "a más tardar en 2017". Pero en respuesta a preguntas sobre planes a más largo plazo, dijo que la agencia no tenía garantizado disponer de "capacidad comercial a tiempo para apoyar a la estación espacial" antes de su retirada, actualmente prevista para 2020.

Los movimientos de apoyo subrayan la creciente preocupación de los funcionarios estadounidenses por la disponibilidad de taxis espaciales comerciales para la fecha límite de 2017. Sin embargo, la dirección de la NASA ha restado importancia a la probabilidad de tener que aplicar tales planes, en parte para evitar socavar el apoyo público y del Congreso a las iniciativas comerciales.

La dirección de la NASA califica los planes de contingencia de alternativas de sentido común en caso de que las opciones privadas se enfrenten a problemas técnicos inesperados. Los críticos -incluidos los líderes de los comités de la Cámara de Representantes y el Senado con jurisdicción sobre la NASA- argumentan que la agencia pretende invertir demasiado en iniciativas para externalizar el transporte de la tripulación a la industria. El problema fundamental, según estos legisladores, es que tales esfuerzos por alcanzar la órbita terrestre baja amenazan con agotar los fondos de los programas de doble propósito capaces de transportar astronautas a la estación y, con el tiempo, llevarlos en misiones más ambiciosas para explorar un asteroide o incluso Marte.

El Congreso recortó la financiación de este año para las iniciativas de tripulación comercial a 400 millones de dólares, menos del 50% de la petición de la NASA. Se espera que los líderes de la Cámara de Representantes y del Senado repitan esa pauta presupuestaria para el próximo año fiscal.

Más información en The Wall Street Journal

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