Hallado el planeta más pequeño hasta ahora fuera del sistema solar

Representación artística del planeta recién descubierto conocido como Kepler-37b. El planeta tiene aproximadamente el tamaño de nuestra Luna y es el exoplaneta más pequeño conocido, según un nuevo estudio. (AP Photo/NASA/Ames/JPL-Caltech)

Los astrónomos que buscan planetas fuera de nuestro sistema solar han descubierto el más pequeño hasta la fecha: uno del tamaño de nuestra luna.

Pero los cazadores de vida en el universo tendrán que hurgar en otra parte. El nuevo mundo orbita demasiado cerca de su estrella similar al sol y está demasiado caliente para albergar vida. Se calcula que la temperatura de su superficie es de 700 grados Fahrenheit. Tampoco tiene atmósfera ni agua en su superficie rocosa.

El astrónomo de la Universidad de California en Berkeley Geoff Marcy, uno de los padres fundadores del campo de la caza de planetas, calificó el último hallazgo de "absolutamente alucinante".

"Este nuevo descubrimiento plantea el espectro de que el universo está repleto, como gominolas en un tarro, de planetas incluso más pequeños que la Tierra", dijo Marcy, que no participó en la nueva investigación.

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Han pasado casi dos décadas desde que se encontró el primer planeta fuera de nuestro sistema solar. Desde entonces, ha habido una explosión de descubrimientos, acelerada por el telescopio Kepler de la NASA, lanzado en 2009 para buscar una Tierra gemela. Hasta ahora, se han localizado 861 planetas y sólo recientemente los científicos han podido detectar planetas de tamaño similar o inferior al de la Tierra.

Aunque los científicos han teorizado sobre la existencia de un cuerpo celeste más pequeño que Mercurio -el bebé del sistema solar desde el descenso de Plutón-, no habían divisado ninguno hasta ahora. Más cercano al sol, Mercurio tiene aproximadamente dos quintas partes del diámetro de la Tierra; el planeta recién descubierto y nuestra luna tienen aproximadamente un tercio del tamaño de la Tierra.

El diminuto planeta fue detectado por Kepler, que rastrea simultáneamente más de 150.000 estrellas en busca de ligeros descensos de brillo, señal de que un planeta pasa por delante de la estrella. El planeta, conocido como Kepler-37b, orbita alrededor de una estrella situada a 210 años luz en la constelación de Lyra. Es uno de los tres planetas conocidos de ese sistema solar.

El descubridor, Thomas Barclay, del Centro de Investigación Ames de la NASA, en el norte de California, estaba tan emocionado cuando divisó el planeta del tamaño de una luna que, según dijo, durante días recitó la frase de la película "La guerra de las galaxias": "Eso no es una luna". Hizo falta más de un año y un equipo internacional para confirmar que se trataba de un planeta de buena fe.

El descubrimiento se detalla en el número del jueves de la revista Nature.

Los científicos están buscando un planeta del tamaño de la Tierra que se encuentre en la llamada zona Ricitos de Oro, ese punto dulce no demasiado caliente ni demasiado frío en el que podría existir agua en la superficie, esencial para la vida.

Aunque el planeta recién descubierto no lo es, "eso no quita que se trate de otro mojón en el camino hacia los planetas habitables similares a la Tierra", dijo Alan Boss, de la Institución Carnegie para la Ciencia de Washington, que no formó parte del equipo del descubrimiento.