Una nave espacial observa un "agujero" gigante en el Sol

El Observatorio Solar y Heliosférico de la Agencia Espacial Europea y la NASA, o SOHO, captó esta imagen de un gigantesco agujero coronal que se cierne sobre el polo norte del sol el 18 de julio de 2013, a las 9:06 a.m. EDT. (ESA&NASA/SOHO)

Un telescopio espacial orientado hacia el Sol ha detectado un gigantesco agujero en la atmósfera solar: una mancha oscura que cubre casi una cuarta parte de nuestra estrella más cercana, arrojando material y gas solar al espacio.

El llamado agujero coronal sobre el polo norte del sol apareció entre el 13 y el 18 de julio y fue observado por el Observatorio Solar y Heliosférico, o SOHO. La NASA publicó un vídeo del agujero solar visto por la nave espacial SOHO, que muestra la región como una vasta mancha oscura rodeada de actividad solar.

Los agujeros coronales son regiones más oscuras y frías de la atmósfera solar, o corona, que contienen poco material solar. En estos agujeros, las líneas del campo magnético azotan el viento solar en lugar de regresar a la superficie del sol. Los agujeros coronales pueden afectar a la meteorología espacial, ya que envían partículas solares que salen del sol unas tres veces más deprisa que el viento más lento que se desata en otros lugares de la atmósfera solar, según una descripción de la NASA.

"Aunque no está claro qué causa los agujeros coronales, están relacionados con zonas del Sol en las que los campos magnéticos se elevan y se alejan, sin volver a descender a la superficie, como hacen en otros lugares", explicó Karen Fox, del Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA en Greenbelt, Maryland, en una descripción de la imagen.

Estos agujeros no son infrecuentes, pero su frecuencia cambia con el ciclo de actividad solar. El sol está alcanzando actualmente su pico de actividad de 11 años, conocido como máximo solar. Alrededor del momento de este pico, los polos del sol cambian su magnetismo. El número de agujeros coronales suele disminuir antes del cambio.

Tras la inversión, aparecen nuevos agujeros coronales cerca de los polos. Luego, a medida que el sol se acerca de nuevo al mínimo solar, los agujeros se acercan al ecuador, creciendo tanto en tamaño como en número, según la NASA.

El satélite SOHO, con un coste de 1.270 millones de dólares, se lanzó en 1995 y es una misión conjunta de la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA). Observa la actividad solar desde una órbita en torno al Punto 1 de Lagrange, un punto gravitatoriamente estable entre la Tierra y el Sol que se encuentra a unos 932.000 kilómetros de nuestro planeta.