La mandíbula espiral dentada daba ventaja a un antiguo depredador marino

Concepción artística de la extraña mandíbula espiral de Helicoprion. (© Ray Troll)

Un antiguo depredador marino tenía una espiral de dientes que actuaba como una herramienta letal para cortar, según los nuevos escaneos de un misterioso fósil.

El Helicoprion era una extraña criatura que se extinguió hace unos 225 millones de años. Al igual que los tiburones actuales, el Helicoprion tenía huesos cartilaginosos en lugar de calcificados, por lo que los únicos rastros que dejó en el registro fósil fueron unas extrañas espirales de dientes en forma de verticilo que no se parecen en nada a los tiburones actuales.

La escasez de pruebas fósiles ha dado lugar a múltiples intentos de reconstrucción del aspecto que habría tenido el Helicoprion. En algunos, el verticilo del diente está situado en la mandíbula superior, curvándose hacia fuera como una trompa de elefante con pinchos. En otros, está en el labio inferior, lo que confiere al pez una temible expresión de mohín. Los investigadores también han debatido si el Helicoprion se parecía más a un tiburón moderno o a otro antiguo grupo de peces cartilaginosos, los quimeras. [25 asombrosas bestias antiguas]

Ahora, un equipo de investigadores dirigido por Leif Tapanila, de la Universidad Estatal de Idaho, ha escaneado un verticilo dental fósil del Museo de Historia Natural de Idaho mediante tomografía computarizada (TC), el mismo tipo de tecnología que se utiliza en medicina para detectar enfermedades. Esta técnica proporciona una visión más detallada que nunca del verticilo dental, revelando que la única forma de que el verticilo hubiera cabido en la boca de la criatura es que ocupara toda la mandíbula inferior de Helicoprion y creciera continuamente en espiral, enroscándose bajo sí mismo como una cinta transportadora de dientes.

Las reconstrucciones anteriores imaginaban la espiral como un apéndice en la punta de la mandíbula, escribieron los investigadores el martes (26 de febrero) en la revista Biology Letters.

Más sobre esto...

El espécimen escaneado, hallado en Idaho en 1950, data de hace unos 270 millones de años. Tiene unas 9 pulgadas de diámetro, aproximadamente la mitad del tamaño de los verticilos dentales más grandes jamás encontrados. A modo de comparación, el diámetro de un balón de baloncesto masculino reglamentario es de poco más de 9 pulgadas.

Cuando el Helicoprion mordía una presa, el verticilo del diente habría sido forzado hacia atrás, cortando y troceando la comida y desplazándola hacia la garganta. Pocos fósiles de Helicoprion muestran signos de rotura dental, lo que sugiere que este pez probablemente se alimentaba de animales de cuerpo blando, como el calamar.

La anatomía de la mandíbula también confirma que Helicoprion pertenecía a un grupo llamado Euchondrocephali, palabra griega que significa "tres cabezas cartilaginosas", por la forma en que se fusionan sus mandíbulas. Estos peces comparten características tanto de los tiburones cartilaginosos como de los peces óseos. Esto convierte al Helicoprion en un pariente lejano de los actuales peces conejo, peces rata y otras quimeras.

Copyright 2013 LiveScienceuna empresa de TechMediaNetwork. Todos los derechos reservados. Este material no puede ser publicado, difundido, reescrito ni redistribuido.