La victoria en la Copa cierra el círculo de la carrera de Neely

VANCOUVER -- Cam Neely pasó la semana pasada celebrando su 46 cumpleaños y el 25 aniversario del traspaso que le envió a Boston y dio el pistoletazo de salida a una carrera que le llevó al Salón de la Fama del Hockey.

Ahora, en su cuarto año como ejecutivo de los Bruins, tuvo la oportunidad de volver a celebrarlo el miércoles por la noche, esta vez levantando la Copa Stanley por primera vez en su larga e ilustre carrera.

"Pensé que (la Copa Stanley) iba a ser más pesada, pero luego pensé que quizá lo fuera porque tengo tanta adrenalina bombeando por mi cuerpo", dijo Neely después de que los Bruins vencieran 4-0 a los Canucks de Vancouver en el séptimo partido de la final de la Copa Stanley. "Es difícil expresar con palabras lo que se siente".

Neely nació en Comox, Columbia Británica, en la costa oriental de la isla de Vancouver. Comenzó su carrera en la NHL en esta ciudad, jugando para los Canucks durante tres temporadas antes de ser traspasado a Boston cuando cumplió 21 años.

Jugó 10 temporadas en los Bruins, llegando a la final de Copa en 1988 y 1990, pero sin ganar nunca el campeonato. Neely entró en el Salón de la Fama del Hockey en 2005 y se reincorporó a los Bruins en 2007 como vicepresidente antes de ser elevado a presidente antes de esta temporada.

"Es muy especial. Es casi como cerrar el círculo", dijo Neely. "Aquí es donde empecé como profesional. Es realmente difícil de creer. Me siento más que afortunado por tener amigos y familia aquí y por estar aquí y poder levantar la Copa. Si no iba a ser en Boston, éste no es un mal lugar para mí".

Neely marcó 344 goles con los Bruins, y su dorsal 8 cuelga de las vigas del TD Garden. Él y Ray Bourque fueron los rostros de la franquicia durante una época en la que los Bruins eran constantemente aspirantes a la Copa, pero no lograban abrirse paso.

Como ejecutivo del equipo, Neely ha seguido siendo un miembro visible de la organización, sobre todo por sus reacciones emocionales mientras observaba los partidos desde encima del hielo.

"No recuerdo que fuera así cuando jugaba. Estoy mentalmente frito", dijo Neely. "Ves a estos chicos luchar y pasar por lo que pasan. Lo que se necesita para ganar esto y que los chicos jueguen lesionados y compitan como lo han hecho. Sin duda es agotador, físicamente para los que juegan y mentalmente para nosotros en los trajes.

"Significa mucho para los fans. Aún teníamos fans que recordaban, a duras penas, 1972 y desde el 72 en adelante han estado esperando que llegara este momento. Estoy encantado por ellos. Tenemos unos fans increíbles en Boston y nos han apoyado en las buenas y en las malas durante muchos años. Es algo que se merecen".

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