3 Ocasiones en las que la paciencia es la clave

Todos podemos ser impacientes de vez en cuando: forma parte de la naturaleza humana. Pero hay personas que no pueden esperar por nada y, a primera vista, parece que consiguen hacer un montón de cosas. La realidad, sin embargo, es que si profundizas en las mentes y acciones de estos trituradores de éxito excesivo, habrá una práctica muy calculada de la paciencia enterrada en sus maneras.

Veamos un puñado de ocasiones en las que la paciencia se convierte en la clave.

1. Cuando busques nuevas oportunidades

Como empresarios, pensamos que las oportunidades pueden encontrarse en cualquier parte y, a medida que nos volvemos más hábiles en la toma de conciencia, parecen surgir constantemente. El problema de esto, comúnmente conocido como "síndrome del objeto brillante", es que resulta tentador perseguir cada oportunidad que se nos presenta. Pero eso es devastador: cuanto más dividas tu tiempo, menos podrás centrarte en cada oportunidad.

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Es excepcionalmente importante que te tomes tu tiempo, seas paciente y elijas la oportunidad adecuada porque, independientemente de lo que elijas, vas a pasar una cantidad de tiempo insana haciéndolo.

2. Mientras desarrollas tu equipo

Seguro que algunas personas aprenden más rápido que otras, pero a la hora de ayudar a tu gente a desarrollarse y avanzar dentro de tu organización, es considerablemente más beneficioso para ellos aprender por sí mismos, a través de situaciones experienciales, que aprender de manuales de formación o de que tú te limites a decirles las respuestas.

Sí, hay cosas que no merecen el tiempo necesario para crear oportunidades de aprendizaje experimental (como la forma de iniciar sesión en el sistema de administración o de fichar a la entrada y a la salida), pero dejando a un lado las tareas básicas o mínimas del trabajo, tendrás mucho más éxito si respondes a las preguntas con preguntas que les lleven por el camino de descubrir la respuesta por sí mismos -lo que comúnmente se conoce como método socrático de enseñanza-, lo que te aseguro que requiere algo de paciencia. Piensa en ello más bien como una inversión.

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3. Al establecer relaciones

Demasiado a menudo mantendrás una conversación con alguien que acabas de conocer y, en los primeros 30 segundos, saldrá la temida pregunta: "Entonces, ¿a qué te dedicas?". Es una de las peores formas de conocer a alguien nuevo, y sólo grita "Sólo me interesa obtener algo de valor de ti".

La verdad es que el viejo adagio "no es lo que conoces, sino a quién conoces" es absolutamente válido y la única forma de crear una red que te permita lograr cosas increíbles en un periodo de tiempo más corto es siendo paciente y construyendo relaciones duraderas con otras personas que han tenido más éxito que tú. Es así de sencillo y en el momento en que te impacientes y hagas una "petición" demasiado pronto -antes de tener una relación real- lo habrás echado a perder.

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