El principal narcotraficante colombiano se declara culpable ante un tribunal estadounidense

Dairo Antonio Úsuga ha sido calificado como el capo de la droga más prolífico de Colombia desde Escobar

Un colombiano que en su día fue uno de los capos de la droga más buscados del mundo se declaró culpable el miércoles de cargos de contrabando en Estados Unidos, admitiendo que dirigió un cártel y un grupo paramilitar que traficaba con cocaína y violencia mortal.

"Se movieron toneladas de cocaína con mi permiso o bajo mi dirección", declaró Dairo Antonio Úsuga, más conocido como Otoniel, ante un tribunal federal de Brooklyn.

"Hubo mucha violencia con la guerrilla y las bandas criminales", añadió, y reconoció que "en el trabajo militar se cometieron homicidios".

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Úsuga, de 51 años, se enfrentará a una pena de al menos 20 años de prisión cuando sea condenado, según la fiscalía. Pero el gobierno estadounidense acordó no solicitar la cadena perpetua para conseguir su extradición de Colombia el año pasado, según la juez de distrito estadounidense Dora Irizarry.

Como parte de su declaración de culpabilidad, aceptó renunciar a 216 millones de dólares.

Úsuga presidía el Clan del Golfo, que aterrorizaba gran parte del norte de Colombia para controlar las principales rutas de contrabando de cocaína. Las autoridades estadounidenses lo han calificado como uno de los narcotraficantes más peligrosos del planeta, y era el capo más buscado de Colombia.

"Con la declaración de culpabilidad de hoy, el sangriento reinado del narcotraficante colombiano más violento e importante desde Pablo Escobar ha terminado", declaró en un comunicado el fiscal federal de Brooklyn, Breon Peace.

Dairo Antonio Úsuga se declaró culpable el miércoles de cargos de contrabando en Estados Unidos. (Oficina de Prensa de la Presidencia de Colombia vía AP, Archivo)

El abogado defensor, Paul Nalven, dijo que Úsuga estaba "muy arrepentido" y lo describió como "un hijo del ciclo de violencia" que ha asolado Colombia durante toda su vida. Úsuga, que sólo tiene estudios de cuarto grado, fue reclutado por la guerrilla a los 16 años, dijo el abogado.

Tras su detención, Úsuga pidió a su cártel que dejara de atacar a la policía, y espera que surja algo fructífero del alto el fuego de seis meses que entró en vigor recientemente entre el gobierno del presidente Gustavo Petro y cinco grupos armados, entre ellos el Clan del Golfo, con la esperanza de fomentar una paz duradera.

"Le gustaría ver una Colombia mejor", dijo Nalven.

El Clan del Golfo, también conocido como Autodefensas Gaitanistas de Colombia, cuenta con miles de miembros vestidos de militar que luchan contra bandas rivales, grupos paramilitares y autoridades colombianas para mantener un sangriento dominio sobre su territorio, cerca de la frontera con Panamá, según los fiscales. El contrabando de cocaína lo paga todo, incluso, admitió Úsuga, a través de los "impuestos" que el grupo ha cobrado por cualquier cocaína producida, almacenada o transportada a través de su territorio.

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Úsuga ordenó el asesinato y la tortura de supuestos enemigos, ofreció recompensas por asesinar a policías y soldados, y dirigió campañas para perseguirlos con armas de uso militar, según los fiscales. Ejercía su poder declarando una "huelga" que cerraba negocios y obligaba a la gente a quedarse en casa -bajo pena de muerte- durante días en el territorio del cártel, según los fiscales.

Úsuga fue nombrado en una serie de acusaciones estadounidenses que se remontan a 2009. La Agencia Antidroga estadounidense ofreció una recompensa de 5 millones de dólares por información que condujera a su detención, y el gobierno colombiano ofreció 800.000 dólares. A lo largo de los años, las autoridades colombianas detuvieron o mataron a cientos de miembros del cártel, desplegaron a más de 1.000 agentes de policía para dar caza al capo y publicitaron la recompensa estadounidense lanzando octavillas desde helicópteros.

Pero Úsuga eludió la captura hasta 2021 gracias a una combinación de corrupción, conexiones con combatientes tanto de izquierdas como de derechas en el conflicto interno de su país -había formado parte de grupos de ambos bandos- y a que vivía fuera de la red en el campo. Al parecer, cada noche utilizaba un piso franco distinto.

Cuando fue capturado, el ex presidente colombiano Iván Duque dijo que Úsuga era "no sólo el narcotraficante más peligroso del mundo, sino que es asesino de líderes sociales, abusador de niños, niñas y adolescentes, asesino de policías".

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Úsuga fue extraditado a Estados Unidos el pasado mes de mayo. El miércoles se declaró culpable de dirigir una empresa delictiva continuada y de varios cargos de narcotráfico relacionados con casi 97.000 kg de cocaína que, en última instancia, tenían como destino Estados Unidos.

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