Los servicios de inteligencia afganos confirman la muerte del líder talibán Mulá Omar

EVOLUCIÓN: La principal agencia de inteligencia afgana ha confirmado que el mulá Mohammed Omar, el misterioso líder tuerto de los talibanes que ha puesto precio a su cabeza con 10 millones de dólares desde el 11-S, ha muerto, un acontecimiento que podría indicar una lucha por el poder dentro del grupo.

Abdul Hassib Seddiqi, portavoz de la Dirección Nacional de Seguridad de Afganistán, declaró el miércoles que el mulá Omar murió en un hospital de la ciudad paquistaní de Karachi en abril de 2013.

"Confirmamos oficialmente que ha muerto", declaró a The Associated Press.

La Casa Blanca afirmó que los informes sobre la muerte de Omar "son creíbles", y un alto funcionario estadounidense dijo a Fox News que Omar lleva muerto desde abril de 2013, probablemente debido a un problema hepático o renal.

La Oficina del Presidente Ashraf Ghani también emitió una declaración en la que confirmaba la muerte de Omar.

"El gobierno de la República Islámica de Afganistán, basándose en información fidedigna, confirma que el mulá Mohammad Omar, líder de los talibanes, murió en abril de 2013 en Pakistán", dice la declaración. "El gobierno de Afganistán cree que las bases para las conversaciones de paz afganas están ahora más allanadas que antes, por lo que pide a todos los grupos armados de la oposición que aprovechen la oportunidad y se unan al proceso de paz."

Fuentes del gobierno afgano dijeron a la BBC el miércoles por la mañana que Omar, que se ocultó después de que las fuerzas estadounidenses expulsaran a los talibanes de Kabul por dar cobijo al líder de Al Qaeda, Usamah bin Ladin, mientras sus fuerzas tramaban y ejecutaban los atentados contra el World Trade Center, podría llevar muerto hasta tres años. Los rumores de su muerte han surgido anteriormente, pero ésta es la primera vez que han sido abordados por fuentes gubernamentales de alto nivel.

"Confirmamos oficialmente que ha muerto"

- Abdul Hassib Seddiqi, portavoz de la Dirección Nacional de Seguridad de Afganistán

No hubo comentarios inmediatos de Washington, donde el Departamento de Estado ofrecía desde hacía tiempo una recompensa de 10 millones de dólares por información que condujera a la captura de Omar.

Anteriormente, el portavoz talibán Qari Yousef Ahmadi rechazó los informes del miércoles sobre la muerte de Omar, según Sky News.

"Según mi información, el mulá Omar sigue vivo y dirige el movimiento", declaró Ahmadi.

Un funcionario afgano afirma que su gobierno está examinando las afirmaciones de que el recluido líder talibán mulá Omar ha muerto. (FBI vía AP)

Se desconocía la causa de la muerte de Omar. Un informe del periódico Express Tribune de Karachi, Pakistán, citaba a un miembro del consejo de liderazgo central de los talibanes que afirmaba que Omar había muerto de tuberculosis a principios de 2013 y había sido enterrado en algún lugar de Afganistán. El periódico, citando fuentes talibanes, informó de que se elegiría a un nuevo líder del grupo islamista antes del 31 de julio.

Nasir Shansab, ex industrial afgano que ha asesorado a muchos grupos de la región, dijo que el informe del miércoles sobre el fallecimiento de Omar parecía "ciertamente" más creíble que los rumores anteriores. Sin embargo, Shansab dijo que la suerte de Omar era en gran medida irrelevante.

"Que el mulá Omar viva o haya muerto hace años es, en mi opinión, bastante marginal", afirmó. "Lo que hagan los talibanes depende realmente de Pakistán. Pakistán toma las decisiones y Pakistán controla totalmente lo que hacen los talibanes".

El recluso Omar, del que sólo se conocen unas pocas fotos, no ha sido visto públicamente desde su caída del poder en 2001, lo que dio lugar a varios informes sobre su fallecimiento.

A principios de este mes, se hizo público un mensaje supuestamente de Omar en el que respaldaba las conversaciones de paz con el gobierno de Kabul. La declaración decía que las conversaciones eran necesarias para "poner fin a la ocupación [extranjera] y establecer un sistema islámico independiente en [Afganistán]". Sin embargo, ese mensaje era una declaración de texto publicada en un sitio web talibán y no una grabación de audio o vídeo, lo que alimentó los rumores de que Omar estaba muerto o incapacitado por cualquier otro motivo.

En los últimos años, los talibanes se habían dividido cada vez más entre facciones rivales, y algunos insurgentes optaron por jurar lealtad al ISIS. Sin embargo, Omar seguía gozando de la lealtad de muchas figuras locales.

El proceso de sucesión de los talibanes podría complicarse.

Al parecer, el mulá Abdul Ghani Baradar, uno de los principales lugartenientes de Omar, era el siguiente en la línea de sucesión para dirigir a los talibanes. Fue liberado de una prisión paquistaní en septiembre de 2013, aunque no está claro si ha podido reincorporarse a la dirección del grupo terrorista, según el Express Tribune.

Al parecer, el mulá Akhtar Mohammad Mansoor fue nombrado alto adjunto de Baradar en 2010, y desde entonces Mansoor se ha convertido en el jefe en funciones de los talibanes afganos.

Al parecer, Mansoor compite ahora por el máximo cargo de los talibanes afganos, un ascenso al que se opone el hijo mayor del mulá Omar, el mulá Mohammad Yaqoub, que también intenta convertirse en líder del grupo, según el diario paquistaní The News.

Mansoor ha visto su reputación talibán "ampliamente dañada por difundir noticias sobre la muerte del mulá Omar", según el Express Tribune.

Tras la salida de las fuerzas de combate de la OTAN a finales del año pasado, los talibanes han intensificado los ataques contra las tropas afganas, que ahora se encargan de la seguridad en el país.

Associated Press colaboró en la elaboración de este informe. 

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