El incendio que estalló en la central nuclear ucraniana de Zaporizhzhia durante el fin de semana ha sido extinguido, informaron el lunes los medios de comunicación estatales rusos citando a la agencia rusa de energía nuclear Rosatom. Pero tanto Moscú como Kiev siguen echándose la culpa mutuamente, mientras persiste la preocupación por una fusión nuclear.
Las fuerzas rusas llevan más de dos años ocupando ilegalmente la mayor central nuclear de Europa y, el domingo, el organismo de vigilancia nuclear de la ONU, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), dijo que había sido informado de que un supuesto ataque con drones había alcanzado una de las torres de refrigeración de la central.
Moscú acusó a las fuerzas ucranianas de golpear la torre de refrigeración con un vehículo aéreo no tripulado (UAV) horas después de que Dmitry Rogozin, ex jefe de la agencia espacial rusa convertido en representante del Kremlin en Zaporizhzhia, hubiera estado en la central nuclear, según informaron fuentes de East2West a Fox News Digital.
No está claro por qué Rogozin -que ha prestado especial interés al uso de UAV y UAG [vehículos terrestres no tripulados] en Ucrania- estaba en la planta.
Por su parte, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, acusó a las fuerzas rusas de incendiar la central en un post publicado el domingo por la noche en X, anteriormente Twitter, y afirmó que Moscú ha estado utilizando la seguridad de la central nuclear para "chantajear" no sólo a Ucrania, sino a "toda Europa y al mundo entero".
"Estamos esperando a que el mundo reaccione, esperando a que el OIEA reaccione. Rusia debe responder por ello", declaró Zelenskyy. "Sólo el control ucraniano de la central nuclear de Zaporizhzhia puede garantizar la vuelta a la normalidad y la seguridad total".
El OIEA confirmó a última hora del domingo que sus expertos habían presenciado "una densa humareda oscura procedente de la zona noroeste de la central, tras oír múltiples explosiones a lo largo de la tarde."
El OIEA y Zelenskyy confirmaron que no hubo "ningún impacto en la seguridad nuclear" tras el incendio y que los niveles de radiación se mantuvieron normales.
El organismo de control nuclear no dijo quién atacó la torre de refrigeración y, en cambio, condenó la amenaza que suponen para la central los continuos ataques en la zona.
"Los ataques temerarios ponen en peligro la seguridad nuclear de la central y aumentan el riesgo de accidente nuclear. Deben cesar ya", declaró el director general del OIEA, Rafael Mariano Grossi.
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El OIEA dijo que ha solicitado acceso inmediato a la torre de refrigeración para "determinar el alcance y la posible causa de este suceso."
Pero sigue sin estar claro si se permitió el acceso.