Los "otros desaparecidos" de México dejan un legado devastador

En esta foto del 19 de agosto de 2015, unas cruces pintadas marcan el lugar donde fueron asesinados dos estudiantes universitarios y secuestrados 43 más, en Iguala, México, el 26 de septiembre de 2014. Según una investigación federal, los estudiantes fueron secuestrados por la policía y luego entregados a una banda local de narcotraficantes que presuntamente los asesinó y quemó los cadáveres. El incidente atrajo la atención nacional e internacional sobre Iguala y animó a cientos de familias locales a hablar sobre sus familiares desaparecidos. (AP Photo/Dario Lopez-Mills)

En esta foto del 31 de mayo de 2015, un familiar de una persona desaparecida huele un palo clavado en la tierra, comprobando si hay olor a carne en descomposición, durante la búsqueda de una fosa clandestina a partir de una denuncia anónima, en Iguala, México. Al menos 292 personas se han añadido a la lista de desaparecidos de la zona de Iguala desde que los 43 estudiantes desaparecieron allí el 26 de septiembre de 2014. (AP Photo/Dario Lopez-Mills)

En esta foto del 1 de junio de 2015, familiares de VÃctor Albarran Varela observan una foto suya, en su casa de Cocula, México. Forma parte de los 25.000 mexicanos desaparecidos desde 2007, según el recuento del gobierno. Víctor tenía 15 años cuando se lo llevaron el 1 de julio de 2013. (AP Photo/Dario Lopez-Mills)

En esta foto del 21 de abril de 2015, instantáneas con breves descripciones de personas desaparecidas están clavadas en una pizarra en la Parroquia Católica de San Gerardo en Iguala, México. Se había prestado poca atención a las numerosas personas que han desaparecido o han sido secuestradas en esta región hasta que desaparecieron 43 estudiantes de una escuela normal rural en Iguala, el 26 de septiembre de 2014. Dos meses después de la desaparición de los estudiantes, cientos de familias empezaron a dar a conocer sus historias, envalentonadas por la atención internacional centrada en los estudiantes desaparecidos. (AP Photo/Dario Lopez-Mills)

En esta foto del 26 de mayo de 2015, Rosa Segura Giral sostiene una foto de su hija, Berenice Navarijo Segura, en Iguala, México. La mañana de su graduación del instituto, Berenice, de 19 años, salió para acudir a una cita en un salón de belleza, a menos de cinco minutos en coche de su casa, y desapareció en las filas de los desaparecidos de México. Segura Giral dice que no ha perdido la esperanza en su hija. (AP Photo/Dario Lopez-Mills)

En esta foto del 30 de junio de 2015, familiares de personas desaparecidas se reúnen en la Parroquia Católica de San Gerardo en Iguala, México. Dos meses después de la desaparición de 43 estudiantes universitarios, cientos de familias empezaron a dar la cara para contar sus historias, envalentonadas por la atención internacional centrada en los 43 desaparecidos. El mensaje de las familias era sencillo: hay muchos más desaparecidos. (AP Photo/Dario Lopez-Mills)

En esta foto del 1 de junio de 2015, una foto enmarcada del desaparecido Víctor Albarrán Varela está rodeada de iconos religiosos en un altar improvisado, en su casa de Cocula, México. El 1 de julio de 2013, la explosión de disparos resonó en el centro de este pueblo en la quietud previa al amanecer. Un convoy de hombres armados había llegado al pueblo y, cuando se marcharon, 17 habitantes, entre ellos Víctor, desaparecieron para no volver a ser vistos. Forman parte de los 25.000 mexicanos desaparecidos desde 2007, según el recuento del gobierno. Víctor tenía 15 años cuando se lo llevaron. (AP Photo/Dario Lopez-Mills)

En esta foto del 19 de abril de 2015, María Guadalupe Gómez Hernández, acompañada por su madre, se toma una muestra de ADN para ayudar en la búsqueda de sus hermanos desaparecidos, en Iguala, México. La indignación internacional por los 43 estudiantes universitarios desaparecidos de Ayotzinapa envalentonó a cientos de otras familias del estado de Guerrero, que por primera vez hablaron de su desgracia y añadieron los nombres de sus seres queridos al creciente registro gubernamental de 25.000 personas dadas por desaparecidas en todo el paÃs desde 2007. (AP Photo/Dario Lopez-Mills)

En esta foto del 22 de abril de 2015, un hombre inspecciona una sandalia durante una búsqueda de fosas clandestinas en la maleza seca de las afueras de Iguala, México. Las autoridades son de poca ayuda, dicen los residentes que han visto a la policía local escoltando a mafiosos por la ciudad y la consideran una extensión uniformada de Guerreros Unidos. Esa relación se vio reforzada por la investigación gubernamental sobre el caso de los 43 estudiantes, que concluyó que la policía de Iguala y Cocula los había entregado a miembros de Guerreros Unidos, que luego los mataron y se deshicieron de los restos incinerados en Cocula. (AP Photo/Dario Lopez-Mills)

En esta foto del 19 de agosto de 2015, un niño vuela una cometa mientras otros miran desde un punto de observación con vistas a la ciudad de Iguala, México. Iguala saltó a la palestra nacional e internacional el 26 de septiembre de 2014, cuando tres estudiantes fueron asesinados y otros 43 desaparecieron presuntamente a manos de la policía local, que luego los entregó a una banda de narcotraficantes que se deshizo de los cadáveres, según una investigación federal. La atención prestada a Iguala ha animado a cientos de familias locales a hablar sobre sus propios familiares desaparecidos. El mensaje de las familias era sencillo: hay muchos más desaparecidos. Los llamaron "los otros desaparecidos". (AP Photo/Dario Lopez-Mills)

En esta fotografía del 31 de mayo de 2015, un familiar de una persona desaparecida clava un palo en la tierra para después sacarlo y comprobar si huele a carne en descomposición durante la búsqueda en grupo de una fosa clandestina tras recibir una denuncia anónima, en Iguala, México. Desde que el gobierno comenzó a excavar las presuntas fosas encontradas por este grupo que rastreaba las montañas circundantes en busca de sus seres queridos a finales del año pasado, se han exhumado más de 100 cadáveres, aunque la mayoría sigue esperando a ser identificada. (AP Photo/Dario Lopez-Mills)

En esta foto del 22 de abril de 2015, Mario Vergara explica cómo le ayuda la pigmentación de las rocas cuando busca tumbas clandestinas entre la vegetación seca en las afueras de Iguala, México. Vergara dice que algunas piedras tienen el aspecto de haber sido desenterradas recientemente en la excavación de una tumba, en lugar de haber estado siempre en la superficie. (AP Photo/Dario Lopez-Mills)

En esta foto del 12 de mayo de 2015, familiares de personas desaparecidas se reúnen bajo un árbol en la Parroquia Católica de San Gerardo, en Iguala, México. Se había prestado poca atención a las numerosas personas que han desaparecido o han sido secuestradas en esta región hasta que 43 estudiantes de una escuela rural de magisterio desaparecieron en esta ciudad el 26 de septiembre de 2014. (AP Photo/Dario Lopez-Mills)