El presidente ruso Vladimir Putin y el líder supremo norcoreano Kim Jong Un firmaron el miércoles un pacto de ayuda mutua, acercando más que nunca a ambas naciones desde la caída de la Unión Soviética.
Según se informa, el pacto, del que ambos dirigentes han destacado que es un acuerdo histórico entre los países, abarca cuestiones de seguridad defensiva, ayuda humanitaria, comercio e inversión.
Putin dio las gracias el miércoles a Kim por el "apoyo inquebrantable" de Corea del Norte a la invasión en curso de Ucrania.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, afirmó el martes que la visita de Putin formaba parte de un intento desesperado de mantener a los aliados internacionales a pesar de la invasión, cada vez más prolongada.
"Hemos visto [...] a Rusia intentar, a la desesperada, desarrollar y estrechar relaciones con países que puedan proporcionarle lo que necesita para continuar la guerra de agresión que inició contra Ucrania", dijo Blinken.
Añadió que Estados Unidos "hará todo lo posible para cortar el apoyo que países como Irán y Corea del Norte están prestando."
Kim se ha mostrado entusiasta a la hora de establecer asociaciones con Rusia y China para conseguir legitimidad internacional, a pesar del pésimo historial de su país en materia de derechos humanos.
El país ermitaño ha trabajado para suministrar municiones y otros recursos militares al ejército ruso desde el comienzo de la guerra contra Ucrania. Los militares ucranianos han recuperado armas con marcas de fabricación norcoreanas.
Putin La última vez que visitó Corea del Norte fue en 2000, cuando la dictadura hereditaria estaba bajo el control del padre de Kim, Kim Jong Il.
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Corea del Norte, conocida oficialmente como República Popular Democrática de Corea, fue fundada en 1948 con influencia directa del dictador soviético Josef Stalin.
La familia Kim - a veces denominada linaje del Monte Paektu- es la dictadura hereditaria del país fundado por el revolucionario comunista Kim Il Sung.
Corea del Norte opera bajo la ideología estatal del Juche, una cosmovisión casi comunista basada en el culto a la personalidad y en un nacionalismo entusiasta.