Los grupos de defensa de una "cápsula suicida" anunciaron el domingo que han suspendido las solicitudes para utilizar el dispositivo hasta que las autoridades de Suiza completen una investigación criminal sobre la muerte voluntaria de una mujer a causa de su primer uso.
El presidente de The Last Resort, con sede en Suiza, Florian Willet, se encuentra en prisión preventiva, según el grupo y Exit International, filial fundada en Australia. Ambas organizaciones defienden el derecho al suicidio asistido.
La policía suiza detuvo a Willet y a varias personas más tras la muerte de una mujer estadounidense de 64 años que el mes pasado se convirtió en la primera persona que utilizó el dispositivo para acabar voluntariamente con su vida, según informa The Associated Press. El dispositivo, conocido como "Sarco", se utilizó en un bosque de la región septentrional suiza de Schaffhausen, cerca de la frontera alemana, el 23 de septiembre.
Otras personas que fueron detenidas inicialmente en relación con la muerte de la mujer fueron puestas en libertad, según las autoridades.
Al parecer, la mujer sufría un grave compromiso inmunitario.
El suicidio asistido es legal en Suiza, con leyes que permiten la llamada muerte digna siempre que la persona ponga fin a su vida sin "ayuda externa" y las personas que la ayuden no lo hagan por ningún "motivo interesado".
Los grupos de defensa dijeron en una declaración el domingo que 371 personas estaban en proceso de solicitar el uso del Sarco en Suiza a fecha de 23 de septiembre, pero que las solicitudes se suspendieron tras su primer uso.
Exit International, cuyo fundador, Philip Nitschke, tiene su sede en Holanda, está detrás del dispositivo, que se imprimió en 3D y cuyo desarrollo costó más de un millón de dólares.
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La cápsula se diseñó para que una persona se sentara en un asiento reclinable dentro del aparato y pulsara un botón que inyectaba gas nitrógeno de un depósito situado debajo en la cámara sellada. La persona se quedaría entonces dormida y moriría por asfixia en pocos minutos.
Exit International ha dicho que Willet fue la única persona presente en la muerte de la mujer, que el grupo describió como "pacífica, rápida y digna".
El día de la muerte de la mujer, la ministra suiza de Sanidad, Elisabeth Baume-Schneider, dijo al Parlamento que el uso del dispositivo no sería legal.
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Pero Exit International rebatió la declaración de Baume-Schneider, argumentando que los abogados del grupo en Suiza creen que el uso del dispositivo es legal.
"Sólo después de que se utilizara el Sarco se supo que la Sra. Baume-Schneider había abordado la cuestión", dijeron los grupos de defensa en la declaración del domingo. "El momento fue una pura coincidencia y no nuestra intención".
The Associated Press ha contribuido a este informe.