Las fuerzas de paz de la ONU se retiran antes de lo previsto del bastión rebelde del norte de Malí

Kidal ahora controlado efectivamente por las fuerzas separatistas tuaregs

Las fuerzas de paz de la ONU se retiraron el martes de un bastión rebelde en el norte de Malí semanas antes de lo previsto debido a la creciente inseguridad, dejando la ciudad en manos de los separatistas de etnia tuareg.

Para subrayar el recrudecimiento de la violencia, al menos dos miembros de las fuerzas de mantenimiento de la paz resultaron heridos cuando se dirigían a la mayor base de la ONU en Gao.

"El convoy de las fuerzas de paz que salió de Kidal esta mañana fue víctima de dos ataques con artefactos explosivos improvisados", declaró a The Associated Press Myriam Dessables, jefa de comunicaciones de la misión de la ONU conocida como MINUSMA.

LAS FUERZAS DE PAZ DE LA ONU SE RETIRAN DEL NORTE DE MALÍ AL AUMENTAR EL RIESGO DE VIOLENCIA

El JNIM, grupo extremista vinculado a Al Qaeda, reivindicó posteriormente la autoría del atentado.

La MINUSMA ha abandonado ya ocho de sus 13 bases después de que la junta de Malí ordenara a principios de año a la misión de 15.000 efectivos que abandonara el país de África Occidental, alegando que había fracasado en su misión de intentar contener una insurgencia extremista islámica.

"Las condiciones para la salida de todas estas bases fueron extremadamente difíciles y penosas, por diversas razones -todas ellas completamente ajenas al control de la misión-, entre ellas el deterioro de la situación de seguridad y las múltiples amenazas resultantes para el personal de mantenimiento de la paz", declaró la MINUSMA en un comunicado en el que confirmaba la última salida.

Unos 850 miembros de las fuerzas de mantenimiento de la paz de la ONU habían estado destinados en Kidal junto con otros 150 miembros del personal de la misión.

La bandera de Malí ondea junto a un vehículo militar en el centro de Malí, 2 de noviembre de 2017. (Foto de DAPHNE BENOIT/AFP vía Getty Images)

Un empleado de la MINUSMA dijo a AP que las fuerzas de paz abandonaron Kidal en convoyes después de que la junta militar de Malí se negara a autorizar vuelos para repatriar el material y el personal civil de la ONU.

El empleado, que habló bajo condición de anonimato por no estar autorizado a hablar con periodistas, dijo que la antigua base de la MINUSMA y el aeropuerto de la ciudad estaban ahora bajo control rebelde.

"Veo que los habitantes de la ciudad regresan a la base para llevarse chatarra y otros objetos abandonados por las fuerzas de mantenimiento de la paz", declaró a la AP un residente de Kidal, que habló bajo condición de anonimato por temor a represalias.

LA JUNTA DE MALÍ APLAZA LAS ELECCIONES DE 2024, RETRASANDO EL RETORNO AL RÉGIMEN DEMOCRÁTICO

La junta de Malí, que derrocó al presidente elegido democráticamente en 2021, ha intentado distanciar al país de sus socios internacionales. Francia, antiguo colonizador y otro socio en la lucha contra los extremistas, retiró sus fuerzas militares en 2022.

La operación de mantenimiento de la paz de la ONU se convirtió en una de las más peligrosas del mundo, con más de 300 miembros de la MINUSMA muertos desde que comenzaron las operaciones en 2013.

La violencia vuelve a recrudecerse entre los rebeldes de etnia tuareg y el ejército de Malí, lo que ha llevado a la ONU a adelantar su salida, prevista para mediados de noviembre.

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Los analistas afirman que la violencia indica la ruptura del acuerdo de paz firmado en 2015 entre el gobierno y los rebeldes. El acuerdo se firmó después de que los rebeldes tuareg expulsaran a las fuerzas de seguridad del norte de Malí en 2012, en su intento de crear un Estado independiente al que llaman Azawad.

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