La guerra contra los guerreros tras la traición de los hombres que nos mantienen libres
La Guerra contra los Guerreros descubre las profundas raíces de nuestra disfunción: una sociedad que ha olvidado a los hombres que asumen riesgos, se saltan la burocracia y se ensucian las manos. La única clase de hombres preparados para enfrentarse a los peligros que la izquierda finge que no existen. A diferencia de la educación, los impuestos o la delincuencia, este problema no tiene una solución de código postal. No podemos alejarnos de él. No podemos evitarlo. Sólo tenemos un Pentágono. O lo recuperamos o lo abandonamos del todo.