5 formas saludables de incorporar la calabaza a tu dieta este otoño

un vaso de zumo de calabaza fresco sobre una mesa rústica de madera con calabaza y semillas (iStock)

Empieza a refrescar un poco fuera, y eso significa que la temporada de calabaza está a punto de entrar en pleno apogeo. Con 50 calorías y 3 gramos de fibra por taza, la calabaza tiene definitivamente cabida en la mayoría de las dietas. Deshazte del café con leche con especias de calabaza, que puede contener hasta 50 gramos de azúcar, e incorpora la calabaza a tu dieta de forma más saludable siguiendo estos consejos:

1. Hummus de calabaza:

Con toda la nueva variedad de hummus que hay disponible, parece que es posible combinar el hummus con casi cualquier cosa. Combinando calabaza con hummus se obtiene una deliciosa salsa con menos calorías, más fibra y más saciante que el hummus tradicional. Puedes comer este dip con galletas de salvado, pan integral/pita o verduras crudas como el apio o el pimiento verde. Incluso puedes utilizarlo como aliño de ensaladas o como sustituto de la mayonesa en las recetas. Sólo tienes que añadir una lata de calabaza pura a tu receta de hummus tradicional y obtendrás una alternativa al hummus de sabor dulce.

2. Magdalenas de salvado y calabaza:

¿No tienes tiempo para desayunar? Se acabaron las excusas. Haz un par de tandas de estas magdalenas de calabaza y congélalas. Descongela dos la noche anterior, mételos en el microondas o en el horno por la mañana y tendrás un desayuno rápido para llevar. Combínalos con un yogur griego natural para obtener algunas proteínas. Qué buena manera de empezar el día. Considera la posibilidad de añadir calabaza a cualquier receta sencilla de magdalenas de salvado de avena que utilices normalmente. La calabaza no sólo añadirá sabor, sino que también reducirá el contenido en hidratos de carbono de tus magdalenas.

3. Ensalada de calabaza y espinacas con queso feta, garbanzos y piñones tostados

La calabaza asada puede ser una maravillosa adición a muchas ensaladas. Si te cuesta comer espinacas debido a su amargor pero no quieres utilizar azúcar, prueba a añadir cubitos de calabaza asada especiada para darle dulzor. Combina tu ensalada con queso feta ligero, unos garbanzos, una gota de aceite de oliva y unos piñones tostados, y tendrás un delicioso almuerzo saludable que incluye todos los macronutrientes principales.

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4. Crema de calabaza

La sopa de calabaza es perfecta para el otoño, cuando los días empiezan a refrescar y sólo quieres acurrucarte junto al vapor. Satisfará tu antojo de ese plato reconfortante. Dale sabor a tu sopa de calabaza con canela, nuez moscada y jengibre, especias que conocemos y amamos en esta época del año. No te asustes por la palabra nata en el nombre de la receta; no lleva nata espesa. Cuece la calabaza cruda con la chirivía, el ajo fresco y la cebolla, y tritúrala cuando las verduras estén blandas. Condimenta con sal, pimienta, canela y comino. Para darle cremosidad, utiliza leche de coco sin azúcar. Esta sopa no contiene lácteos ni gluten.

5. Batido proteico de calabaza bajo en carbohidratos:

Al cambiar a una dieta baja en carbohidratos, mucha gente piensa que los batidos están fuera de la mesa. Aunque es cierto que la mayoría de las recetas tradicionales de batidos tienen un alto contenido en azúcar, puedes crear la tuya propia baja en hidratos de carbono. Éste es un batido estupendo para el desayuno, que incluye la importantísima proteína matutina: simplemente mezcla puré de calabaza con leche de almendras sin azúcar, un poco de yogur griego desnatado y/o proteína en polvo, sal, canela, cubitos de hielo y tu edulcorante alternativo favorito. Una cucharada de semillas de chía espesará tu batido y lo hará más saciante, por no hablar de los omega 3. Espolvorea con coco tostado sin azúcar para darle belleza y sabor.

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