Mi primer recuerdo político es estar con mis padres en una fiesta electoral en Show Low, Arizona, en 1976. Habían sido partidarios de Ronald Reagan contra Gerald Ford en las primarias, pero se habían unido al partido contra el gobernador Jimmy Carter. Cuando Carter fue declarado vencedor, mi madre se echó a llorar y dijo: "Ahora van a ganar los soviéticos".
Once años después, el 12 de junio de 1987, Ronald Reagan se plantaría ante la Puerta de Brandemburgo y diría: "¡Señor Gorbachov, derribe este muro!".
Este momento en Berlín se capta maravillosamente en la película "Reagan", protagonizada por Dennis Quaid en el papel principal y Penelope Ann Miller como su amada esposa, Nancy. Es una película imprescindible.
Para quienes crecieron conociendo la presidencia de Reagan, ver "Reagan" la película les resultará nostálgico. Si eres demasiado joven para recordar aquella época, será una lección de historia, porque sigue realmente el arco de la vida de Reagan.
Reagan procedía de una familia pobre. El trabajo duro y la determinación le llevaron a las luces de Hollywood, donde se embarcó en una exitosa carrera como actor. Fue elegido presidente del Sindicato de Actores, y más tarde diría que negociar con los jefes de los estudios le preparó para enfrentarse a Mijail Gorbachov. Sin embargo, su éxito como estrella de cine sólo sería temporal.
Por suerte para Reagan y para nuestro país, tenía más sueños que actuar.
Tras una exitosa carrera como presentador del "General Electric Theater" durante ocho años, Reagan dio el salto a la política, pronunciando un discurso, "A Time for Choosing", para el candidato presidencial Barry Goldwater en 1964:
"No hace mucho, dos amigos míos estaban hablando con un refugiado cubano, un hombre de negocios que había escapado de Castro, y en medio de su historia uno de mis amigos se volvió hacia el otro y le dijo: 'No sabemos lo afortunados que somos'. Y el cubano se detuvo y dijo: '¿Qué suerte tienes tú? Yo tenía un lugar al que escapar'. Y en esa frase nos contó toda la historia. Si perdemos la libertad aquí, no habrá ningún lugar al que escapar. Ésta es la última resistencia de la Tierra".
Reagan se presentó entonces a las elecciones y fue elegido gobernador de California, ganando por goleada. Como jefe del ejecutivo del estado, Reagan equilibró el presupuesto y se convirtió en presidente de la Asociación de Gobernadores Republicanos. Tras dos exitosos mandatos, podría haberse retirado con distinción por todo lo que había logrado, pero aún quedaba más por hacer para este notable líder.
Reagan se presentó sin éxito dos veces a la presidencia antes de convertirse en el candidato del partido Republicano y, finalmente, en presidente de Estados Unidos en 1980. Cuatro años después, ganó la reelección de forma aplastante, obteniendo 49 de los 50 estados.
Hoy, la ascensión de Reagan parece como si siempre hubiera estado destinada a suceder. Sin embargo, su historia muestra una serie de fracasos antes de sus éxitos. Si se hubiera rendido en algún momento de su vida, quién sabe dónde estaría Estados Unidos. Su determinación es una lección para todos nosotros.
Entonces, ¿por qué Reagan sigue siendo relevante hoy en día?
LA PELÍCULA "REAGAN" SUPERA LAS EXPECTATIVAS DE TAQUILLA EN SU FIN DE SEMANA DE ESTRENO
Como escribió recientemente Thomas Sowell
"En este contexto, ¿por qué están tan reñidas estas elecciones? Algunos republicanos pueden decir que se debe a que los medios de comunicación están del lado de los demócratas y suprimen o distorsionan los hechos en consecuencia. Otros pueden decir que las universidades se han convertido en centros de adoctrinamiento, promoviendo el tipo de ideologías que favorecen la agenda de los demócratas.
"Pero, incluso si concedemos todo eso, el hecho es que una situación similar existía en los días en que Ronald Reagan ganó dos elecciones presidenciales consecutivas por goleada. ¿Cómo lo hizo?
"Lo hizo dirigiéndose al público votante como si fueran adultos capaces de entender un asunto: si se lo explicabas en un inglés sencillo, en vez de en jerga política o en ocurrencias ingeniosas.
"El momento de refutar lo que dice la Sra. Harris es cuando lo dice, sea cual sea el tema.... Tampoco es lo mismo denunciar o ridiculizar lo que ha dicho que refutarlo".
Recordar a Reagan daría a los republicanos algo a lo que agarrarse, algo tangible, sólido. Reagan confiaba en sus creencias, en lo que defendía, en cómo se comunicaba. Y consiguió tanto mientras era objeto del ridículo y el desprecio de los medios de comunicación, los demócratas y las élites... ¿te suena? Como escribió Peggy Noonan
"El Partido Demócrata tiene personajes más sustanciales de la historia reciente de EEUU para desfilar por el escenario. Los Clinton, los Obama, Jesse Jackson, que, sea cual sea tu opinión sobre él, estaba allí, en el balcón del Motel Lorraine, cuando dispararon a Martin Luther King. Esto transmitía un partido con un pasado histórico, y si te unes a él te estás uniendo a algo real. El Partido Republicano, en su gran derribo, ha rechazado su pasado. Pierdes algo cuando dejas de lado tu historia, y todo lo que tienes para el prime time es Trump hijos".
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La película Reagan nos recuerda por qué no debemos desechar nuestra historia. Nos recuerda cómo es y cómo se siente la grandeza. GOP puede seguir siendo el partido de las grandes ideas, de las grandes reformas y, sobre todo, de la libertad.
Así que quizá debamos aprender de Reagan en lugar de descartarlo. Apóyate en la libertad, la libertad real, aquella en la que creían los Fundadores cuando escribieron la Declaración de Independencia, la Constitución y el Bill de Derechos.
La libertad gana.