Trump puede borrar de una vez por todas el experimento fallido de Elizabeth Warren
La CFPB está haciendo más mal que bien, y su disolución no es sólo una preferencia política, sino una necesidad económica
{{#rendered}} {{/rendered}}
La salida de Rohit Chopra como director de la Oficina de Protección Financiera del Consumidor (CFPB, por sus siglas en inglés) no sólo debe mark el final de su mandato, sino el principio del fin de la propia CFPB.
Bajo la dirección de Chopra, la CFPB ha pasado de ser un organismo regulador excesivamente celoso a una agencia totalmente deshonesta, ampliando su alcance más allá de los servicios financieros a los mercados digitales, paralizando a las empresas con multas injustificadas y encareciendo los productos financieros para los estadounidenses de a pie.
Ahora, con un nuevo gobierno en funciones, el presidente Donald Trump tiene una oportunidad única: nombrar a un director de la CFPB que destripe la agencia desde dentro y la prepare para una merecida abolición.
{{#rendered}} {{/rendered}}

La senadora demócrata Elizabeth Warren y el presidente Donald Trump. (Win McNamee/Oleg Nikishin/GettyGetty Images)
La CFPB, una creación de la Ley Dodd-Frank de 2010, se vendió inicialmente como un guardián de los intereses de los consumidores. En realidad, se ha convertido en un monstruo incontrolado que ahoga la competencia, aumenta los costes para el consumidor y se entromete en sectores que van mucho más allá de su ámbito de actuación previsto.
¿QUIÉN PROTEGE A LOS CONSUMIDORES DESDE LA OFICINA DE PROTECCIÓN FINANCIERA DEL CONSUMIDOR?
Bajo el mandato de Chopra, la CFPB ha ampliado agresivamente su huella reguladora, dirigiéndose a sitios web de comparación de compras, plataformas de economía colaborativa e incluso monedas de videojuegos. Ha intentado regular las transacciones financieras en plataformas como Expedia y Care.com, atrapando a los consumidores de a pie en la captura reguladora.
{{#rendered}} {{/rendered}}
La sentencia del Tribunal Supremo de 2024 que confirmó la estructura de financiación de la CFPB envalentonó a Chopra para intensificar la cruzada de la agencia contra las instituciones financieras y las empresas fintech. Pero la sentencia no avaló la sabiduría ni la legitimidad de la agencia. El Congreso creó la CFPB, y el Congreso -o, mejor aún, una administración Trump motivada- puede desmantelarla.
El director de la Oficina de Protección Financiera del Consumidor, Rohit Chopra, declara ante la Comisión de Banca, Vivienda y Asuntos Urbanos del Senado en el Capitolio, en Washington, D.C., el 15 de diciembre de 2022. (Chip Somodevilla/GettyGetty Images)
La filosofía reguladora de la CFPB bajo Chopra ha sido el castigo, no la protección. La agencia ha impuesto miles de millones en multas y sanciones a las instituciones financieras, pero estas multas no protegen a los consumidores, sino que los castigan. Cuando los bancos se ven afectados por sanciones masivas, no se limitan a absorber las pérdidas, sino que trasladan el coste a sus clientes.
TRUMP DESPIDE A 17 VIGILANTES DEL GOBIERNO EN VARIAS AGENCIAS FEDERALES
{{#rendered}} {{/rendered}}
Esto significa mayores comisiones de mantenimiento de las cuentas corrientes, menores recompensas y ventajas de las tarjetas de crédito y menos opciones de préstamos de bajo coste para los estadounidenses de clase media y bajos ingresos. La ironía es evidente: una filosofía que pretende proteger a los consumidores está, en realidad, haciendo que los productos financieros sean menos accesibles y más caros para aquellos a los que pretende ayudar.
Elon Muskque ha estado trabajando con Trump en la racionalización del gobierno federal, lo dijo sin rodeos: "Eliminar la CFPB". El llamamiento de Muska la abolición es algo más que un tuit: es un reconocimiento del daño que esta agencia irresponsable está causando a la innovación, a los mercados financieros y a la capacidad de elección de los consumidores.
El reciente intento de la CFPB de ampliar la supervisión de las plataformas de pago de las grandes empresas tecnológicas, incluida X Payments de Musk, fue un ejemplo flagrante del deslizamiento de su misión. Aunque inicialmente se diseñó para supervisar los productos financieros, bajo el mandato de Chopra la agencia trató cada vez más de vigilar las empresas no financieras, amenazando con estrangular la competencia y restringir el acceso de los consumidores a herramientas financieras innovadoras.
{{#rendered}} {{/rendered}}
HAZ CLIC AQUÍ PARA VER MÁS OPINIONES DE FOX NEWS
Aunque la eliminación completa de la CFPB requerirá la acción del Congreso, Trump puede neutralizar la agencia desde dentro nombrando a un director comprometido a reducir su poder.
El nuevo director de la CFPB debe poner fin inmediatamente a las medidas coercitivas que aumentan los costes para el consumidor, eliminar regulaciones y cargas innecesarias para las instituciones financieras, reducir el presupuesto y la plantilla de la agencia, y reorientar la atención hacia la educación del consumidor en lugar de hacia medidas punitivas. Si el Congreso se niega a actuar, un director nombrado por Trump puede al menos aprovechar unilateralmente el mecanismo de financiación único de la agencia para dejarla sin dientes, forzándola a la irrelevancia.
{{#rendered}} {{/rendered}}
La CFPB no es un antiguo pilar de la gobernanza estadounidense, sino un experimentofallido dela visión reguladora progresista de la senadora Elizabeth Warren. Su autoridad sin control, la falta de supervisión del Congreso y su hostilidad hacia los mercados financieros la convierten en un peligro para las empresas y los consumidores. La marcha de Chopra es el momento perfecto para un reajuste estratégico de la supervisión financiera en Estados Unidos.
HAZ CLIC AQUÍ PARA OBTENER LA APLICACIÓN FOX NEWS
El presidente Trump y los republicanos del Congreso deben aprovechar esta oportunidad. La CFPB está haciendo más mal que bien, y su disolución no es sólo una preferencia política, sino una necesidad económica. Los consumidores estadounidenses merecen libertad financiera, no interferencias burocráticas.
{{#rendered}} {{/rendered}}
Es hora de eliminar el CFPB de una vez por todas.