Presidente Donald Trump: Los ataques fueron un éxito militar espectacular
El presidente Donald Trump habla sobre los ataques de Estados Unidos contra las capacidades nucleares de Irán.
Hasta el sábado por la noche, el mundo esperaba saber si el presidente Donald Trump se uniría a la campaña de Israelcontra la infraestructura nuclear de Irán. Ahora tenemos la respuesta.
En un discurso televisado desde la Casa Blanca, el presidente Trump calificó los ataques de"éxito militar espectacular" y de "momento histórico para Estados Unidos, Israel y el mundo." Confirmó que Fordow -el centro de enriquecimiento nuclear de Irán cerca de Qom, profundamente enterrado- estaba entre los objetivos, y advirtió: "Quedan muchos objetivos". Su mensaje fue claro: Irán debe "hacer la paz o enfrentarse a una tragedia mucho mayor que la que hemos presenciado en los últimos ocho días."
Estados Unidos ha atacado con decisión. Queda por ver si el ataque consigue detener el programa nuclear iraní, comoafirma audazmente el presidente. Lo que está claro es que la mecha geopolítica está encendida, y las consecuencias no han hecho más que empezar.
¿Había una justificación clara?
Hasta ahora, la administración no ha proporcionado pruebas públicas de que Irán estuviera a "pocas semanas" de construir una bomba nuclear, como alegó el secretario de prensa de la Casa Blanca. Esa afirmación puede haber ayudado a justificar el ataque, pero se basa más en suposiciones que en datos de inteligencia firmes.

El presidente Donald J. Trump en la Sala de Situación, 21 de junio de 2025 (La Casa Blanca vía X)
Sí, Irán ha enriquecido uranio hasta niveles cercanos a los armamentísticos, pero eso por sí solo no basta para fabricar una bomba. Teherán todavía tiene que dominar el diseño de la ojiva, la sincronización del detonador, el blindaje de reentrada y los sistemas de lanzamiento. No hay pruebas verificadas de que lo haya hecho.
Como escribí para Fox News la semana pasada, las bombas pueden destruir instalaciones, pero no pueden borrar el conocimiento. Muchos de los científicos iraníes siguen vivos, y su motivación puede ser ahora más fuerte que nunca.
Irán Will luchar
Teherán se enfrenta ahora a una elección: capitular o tomar represalias. Basándose en la historia, la ideología y la cultura, las probabilidades favorecen abrumadoramente las represalias.
La rendición es antitética a la mentalidad revolucionaria de Irán. La República Islámica ha soportado guerras, sanciones y sabotajes. Sus dirigentes interpretan la resistencia como un deber divino. Este ataque puede haber debilitado la infraestructura de enriquecimiento de Irán, pero probablemente reforzará la determinación del régimen.
Irán conserva amplias capacidades: misiles balísticos, redes globales de representación, armas cibernéticas y fuerzas paramilitares de élite. Esto no es el final, sino el comienzo de una nueva fase.
Cuatro probables respuestas iraníes
- Ataques regionales contra activos estadounidenses: Es probable que Irán ataque bases militares y puestos diplomáticos estadounidenses en Irak, Siria y los Estados del Golfo a través de milicias interpuestas como Kataib Hezbollah o los Houthis. Cualquier baja estadounidense podría forzar una guerra más amplia.
- Interrupción de las rutas del petróleo: Irán podría intentar bloquear o amenazar el Estrecho de Ormuz, un punto de estrangulamiento para casi el 20% del petróleo mundial. Incluso una interrupción breve podría disparar los precios mundiales de la energía.
- Ataques a aliados de EEUU: Prepárate para ataques con misiles o por poder contraArabia Saudi , los EAU y, sobre todo, Israel. Es probable que los aliados de Irán en Líbano, Siria y Gaza ya se estén preparando.
- Ataques asimétricos en el extranjero: La red global de operativos iraníes incluye células durmientes en América Latina, Europa y posiblemente EE.UU. Si Teherán cree que tiene poco que perder, los objetivos civiles y la infraestructura cibernética pueden estar en su punto de mira.
¿Fue un error de cálculo estratégico?
Si el presidente Trump actuó sin una inteligencia sólida, el riesgo es real: que hayamos provocado una larga guerra sobre bases poco sólidas. A diferencia de la invasión de Irak en 2003, el programa de enriquecimiento de Irán es auténtico, pero neutralizarlo sólo con ataques aéreos no funcionará. Esta guerra, si se intensifica, no se librará en nuestros términos.
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Es más, el ataque podría ser contraproducente políticamente dentro de Irán. En lugar de desestabilizar al régimen, podría unificarlo. La humillación pública de lugares clave como Fordow juega directamente a favor de la narrativa del "Gran Satán" del régimen, alimentando el nacionalismo y sofocando la disidencia.
Prepárate para una guerra en la sombra
EEUU y sus aliados deben ahora pivotar rápidamente hacia la contención, la disuasión y la resistencia. Deben reforzarse las defensas aéreas. Hay que proteger la infraestructura cibernética. Las agencias de inteligencia deben rastrear las redes iraníes en el extranjero. Y, lo que es más importante, los canales diplomáticos deben permanecer abiertos, para los aliados y, cuando sea posible, para los adversarios.
No es momento para la complacencia. Es el momento de una estrategia clara, un liderazgo disciplinado y vigilancia.
Tras los aplausos, el ajuste de cuentas
El hecho está consumado. Las instalaciones nucleares de Irán están en ruinas, pero no su voluntad de tomar represalias. El tono triunfalista del presidente Trump -"Fordow ha desaparecido", declaró- puede ser políticamente positivo, pero también corre el riesgo de subestimar a un adversario endurecido.
Irán ha sufrido asesinatos, sanciones y ciberataques. Ha soportado la guerra y el aislamiento. Lo que no ha hecho -y es improbable que haga ahora- es rendirse.
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El pueblo estadounidense debe estar preparado, no sólo para la victoria, sino para la volatilidad. El campo de batalla que tenemos por delante es asimétrico, impredecible y global. No sólo pondrá a prueba nuestro ejército, sino también nuestra sabiduría.
La pregunta ahora ya no es si actuamos. La pregunta es: ¿valió la pena el coste?





















