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  • El director de la fiscalía de Kenia ha ordenado que se presenten cargos contra 95 personas relacionadas con una secta del Juicio Final.
  • Los cargos incluyen asesinato, homicidio involuntario, radicalización, crueldad y tortura infantil en relación con la muerte de 429 personas.
  • La orden se produce tras la presión ejercida por un magistrado del condado de Kilifi, que exigió la presentación de cargos en el plazo de dos semanas o la puesta en libertad de los sospechosos.

El director de la fiscalía de Kenia ordenó el martes que 95 personas de una secta del Juicio Final fueran acusadas de asesinato, homicidio involuntario, radicalización, crueldad y tortura infantil, entre otros delitos, por la muerte de 429 personas que se cree que eran miembros de la iglesia.

El director, Mulele Ingonga, respondía a las presiones de un magistrado del condado costero de Kilifi, que dijo a la fiscalía que acusara a los sospechosos en el plazo de dos semanas o el tribunal los pondría en libertad.

Durante meses, desde las detenciones del pasado abril, los fiscales habían pedido permiso al tribunal para seguir reteniendo al líder de la iglesia Paul Mackenzie y a otras 28 personas mientras investigaban el caso que conmocionó a los kenianos con el descubrimiento de fosas comunes y denuncias de inanición y estrangulamiento.

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El magistrado principal Yousuf Shikanda rechazó la última petición de mantener detenidos a los sospechosos durante 60 días más, afirmando que la fiscalía había tenido tiempo suficiente para completar las investigaciones.

La gente se sienta en el camión

Un grupo vinculado a una secta del Juicio Final aparece sentado en la parte trasera de un camión en Kenia. El director de la fiscalía de Kenia ha ordenado que 95 personas de una secta del Juicio Final sean acusadas de asesinato, homicidio involuntario, radicalización, crueldad y tortura infantil, entre otros delitos, por la muerte de 429 personas que se cree que eran miembros de la iglesia. (Andrew Kasuku/Anadolu Agency vía Getty Images)

El caso surgió cuando la policía rescató a 15 feligreses demacrados de la iglesia de Mackenzie, en el condado de Kilifi, en el sureste de Kenia. Cuatro murieron tras trasladar al grupo a un hospital.

Los supervivientes dijeron a los investigadores que el pastor les había ordenado ayunar hasta morir antes de que se acabara el mundo para poder encontrarse con Jesús.

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En un registro de la remota zona boscosa se encontraron decenas de fosas comunes, según las autoridades. Las autopsias de algunos cadáveres mostraron inanición, estrangulamiento o asfixia.

Otros cargos a los que se enfrentarán los sospechosos son agresión con lesiones graves y participación en actividades delictivas organizadas.

Mackenzie cumple otra condena de un año de prisión tras ser declarada culpable de dirigir un estudio cinematográfico y producir películas sin licencia válida.