Si no fuera por el doble rasero, los demócratas de Albany no tendrían ningún rasero, sobre todo cuando se trata de energía "verde".
Como muestran los nuevos informes, los planes de energía renovable de Nueva York han quedado diezmados, lo que pone de manifiesto la desconexión entre las propuestas políticas radicales y la ejecución en el mundo real.
En 2019, el estado de Nueva York se fijó el caprichoso objetivo de alcanzar una meta de energías renovables del 70% para 2030. Pero en un nuevo informe que supone un golpe devastador para la agenda de la gobernadora Kathy Hochul, el estado admite ahora que va camino de incumplir masivamente ese objetivo, y no por poco.
Nueva York va camino de alcanzar sólo un 44% de energías renovables en 2030.
EL FUTURO ENERGÉTICO DE EEUU ESTÁ "AMENAZADO" POR LAS POLÍTICAS DE BIDEN : GOP INFORME
El gobierno de Hochul quiere ahora retrasar el plazo de las renovables hasta 2033. Con tres años más tampoco lo conseguirán.
Pero que Nueva York se dé cuenta (y admita) que no va por buen camino para cumplir sus objetivos "verdes" no le ha impedido intentar imponer esos mismos objetivos a las empresas privadas.
A principios de este año, la fiscal general de Nueva York, Letitia James, presentó una demanda contra un productor de carne de vacuno, JBS USA, por falsear presuntamente el impacto medioambiental de su producción y engañar a los consumidores al afirmar que la empresa "conseguiría cero emisiones netas de gases de efecto invernadero para 2040".
Es el colmo de la hipocresía que el estado esté ahora apuntando a JBS por engañar supuestamente a los consumidores por no alcanzar esa trayectoria de 2040, mientras que el propio estado también está incumpliendo sus propios objetivos inalcanzables.
En lugar de admitir que el Estado es culpable de engañar a los neoyorquinos, Nueva York inventa ahora sus propias excusas para explicar por qué no cumple sus objetivos.
Culpan a una serie de factores como "interrupciones de la cadena de suministro" y "acontecimientos geopolíticos". Otro intento de excusa del Estado es que los promotores se echaron atrás en los contratos en medio de una "Bidenflación" y unos costes crecientes sin precedentes.
El Estado espera que las empresas privadas cumplan unas normas que ellas mismas no alcanzarán. Y en lugar de reconocer los defectos del plan Hochul y abandonar los objetivos inalcanzables y los contraproducentes objetivos de red cero, están redoblando sus esfuerzos intentando imponerlos a las empresas privadas. Deberían avergonzarse de su hipocresía.
Además, sus fracasos socavan su credibilidad para demandar a otros por deficiencias similares, pero también pone en tela de juicio la viabilidad de estos objetivos de energía renovable y energía neta cero.
Si Hochul quiere presentar un plan energético serio para los neoyorquinos, debe basarse en la abundancia de energía, la asequibilidad, la capacidad de elección, la innovación, la fiabilidad y el sentido común, no en objetivos inalcanzables y contraproducentes impulsados por ecologistas radicales que no funcionan en el mundo real y acaban perjudicando a los neoyorquinos.
HAZ CLIC AQUÍ PARA RECIBIR EL BOLETÍN DE OPINIÓN
Todo esto no hace sino subrayar la necesidad de una energía fiable y la necesidad de revertir la prohibición estatal de extraer gas natural de forma segura.
Revertir la prohibición de la extracción de gas natural no sólo ayudaría a crear más puestos de trabajo en la Región Sur, sino que también revitalizaría las comunidades, reduciría los costes de la energía y proporcionaría una fuente abundante de energía fiable para todo el país.
A medida que se acercan estos plazos renovables, podemos esperar que la administración de Hochul siga moviendo los postes en lugar de abordar los problemas subyacentes.
HAZ CLIC AQUÍ PARA OBTENER LA APLICACIÓN FOX NEWS
Los responsables políticos de Nueva York no previeron las condiciones económicas que afectaban a la viabilidad de las energías renovables. En última instancia, los plazos cambiantes de Nueva York dan una mala imagen del estado.
En resumidas cuentas: Los elevados objetivos climáticos de Nueva York son poco más que una pose política y la adopción de una mentalidad de "normas para ti, pero no para mí". Nuestros dirigentes deben hacer serias correcciones de rumbo centradas en objetivos alcanzables, un compromiso sincero con las prácticas energéticas sostenibles y un planteamiento global que refuerce a nuestros trabajadores y ofrezca a nuestros creadores de empleo la mejor oportunidad de triunfar.