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China niega un nuevo informe que la vincula a cuatro bases en Cuba que, según un grupo de expertos, permiten al PCCh espiar a Estados Unidos. 

El Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), con sede en Washington D.C., publicó la semana pasada un informe en el que se detallan las instalaciones de Cuba que, según afirma, China podría estar utilizando para recabar información de inteligencia de señales (SIGINT) sobre Estados Unidos. 

"La cooperación entre China y Cuba es transparente, no está dirigida contra terceros y no permite ninguna calumnia malintencionada por parte de terceros", declaró el miércoles a la prensa el ministro chino de Asuntos Exteriores, Mao Ning. 

El ministro cubano de Asuntos Exteriores, Carlos de Cossio, afirmó que las informaciones sobre centros de espionaje chinos en Cuba proceden de "Cuba's enemies" de EEUU "como forma de justificar la criminal política de agresión económica. Es absolutamente falso".

El CSIS analizó más de una docena de "sitios de interés" en Cuba y cuatro de ellos destacaban como los más susceptibles de apoyar a China y sus ambiciones de espionaje. 

"Estos lugares han experimentado mejoras observables en los últimos años, incluso cuando Cuba se ha enfrentado a unas perspectivas económicas cada vez más nefastas que la han acercado a China", afirman los autores del informe

(CSIS/Llegada oculta )

Cada uno de los cuatro lugares tenía "instrumentación SIGINT observable", una clara infraestructura de seguridad física y otros signos de recogida de información. 

Desde hace años se sospecha que una de estas estaciones, Bejucal, situada en una colina que domina La Habana, tiene vínculos con la inteligencia china. El complejo adquirió notoriedad por albergar misiles soviéticos durante la crisis de los misiles cubanos. 

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Durante los debates presidenciales de 2016, el senador republicano de Florida Marco Rubio pidió a Cuba que "[echara] a esta estación de escucha china de Bejucal".

Según las conclusiones del CSIS, las imágenes de satélite muestran que el emplazamiento estaba activo en marzo de 2024 y que lo había estado durante algún tiempo. Hay al menos cinco entradas a instalaciones subterráneas en la base, pero las imágenes por satélite no permiten discernir su contenido. El terreno está salpicado de antenas, incluidas antenas de satélite utilizadas para interceptar comunicaciones por satélite. 

Como La Habana está situada a sólo 160 km de la costa de Florida, el emplazamiento podría utilizarse para recoger datos sobre los lanzamientos de cohetes estadounidenses desde el Centro Espacial Kennedy y la Estación Espacial de Cabo Cañaveral en Florida. 

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(CSIS/Llegada oculta )

(CSIS/Hidden Reach/Maxar 2024)

Estados Unidos y China están inmersos en una carrera espacial y los lanzamientos de cohetes que llevan satélites estadounidenses al espacio suscitarán probablemente un gran interés en el seno del PCC. 

En otro emplazamiento situado en el lado opuesto de la isla, al este de la ciudad de Santiago de Cuba, se está construyendo un gran proyecto de tecnología de localización de señales de radio, capaz de detectar señales a una distancia de entre 3.000 y 8.000 millas náuticas. 

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Cuba tiene un historial de permitir que los adversarios de EE.UU. utilicen su suelo para espiar las comunicaciones estadounidenses. Durante la Guerra Fría, la Unión Soviética operó una instalación SIGINT en el Complejo de Inteligencia de Señales de Lourdes, cerca de La Habana. Ese lugar controlaba los satélites estadounidenses e interceptaba telecomunicaciones militares y comerciales sensibles. 

En las últimas décadas, la alianza entre China y Cuba ha crecido, y China ha proporcionado alrededor de 7.800 millones de dólares en financiación del desarrollo a la nación insular.