Han surgido nuevos detalles sobre cómo afecta la enfermedad de Alzheimer al cerebro.
Investigadores dirigidos por el Instituto Allen de Ciencias Cerebrales de Seattle y la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington han identificado cambios celulares en el cerebro de las personas que padecen la enfermedad, así como una cronología de cuándo se producen.
"En lugar de observar la EA sólo a través de la lente habitual de las placas y los ovillos, nos centramos en cómo cambiaban los tipos específicos de células en cada fase", dijo a Fox News Digital por correo electrónico el Dr. Kyle Travaglini, autor del estudio y científico del Instituto Allen.
"Identificamos dos fases principales en la EA disponiendo a los donantes a lo largo de una trayectoria continua de la enfermedad: una fase lenta y temprana con bajos niveles de patología y sin deterioro cognitivo, seguida de una fase posterior en la que se produce una enorme acumulación de patología y deterioro cognitivo."
El estudio, publicado esta semana en Nature Neuroscience, examinó millones de células del tejido cerebral donado de 84 pacientes de Alzheimer fallecidos.
Los donantes iban desde casos leves sin síntomas hasta casos de demencia avanzada.
"Estudiando sujetos de investigación de todo el espectro de la EA, incluidos los que se encuentran en las fases más tempranas de la enfermedad, esperamos identificar células vulnerables en las primeras fases del proceso de la enfermedad, mucho antes de que la persona desarrolle síntomas", declaró en un comunicado de prensa C. Dirk Keene, catedrático de neuropatología de UW Medicine.
Los investigadores se centraron en la circunvolución temporal media (MTG), la parte del cerebro que controla el lenguaje, la memoria y la visión.
Esa parte del cerebro se conoce como "zona crítica de transición", donde aparecen indicios de Alzheimer que empeoran a medida que avanza la enfermedad.
Utilizando tecnología de aprendizaje automático, los investigadores compararon las células, los genes y el ADN de las muestras de cerebro con Alzheimer con mapas del cerebro normal generados por el Instituto Allen.
"Con estas herramientas, los científicos pudieron detectar los cambios celulares más tempranos del cerebro para crear una imagen más completa de lo que ocurre durante todo el curso de la enfermedad", declaró en el comunicado el Dr. John Ngai, director de la Iniciativa BRAIN.
"Hemos creado un reloj patológico que no sólo indica qué cambios se están produciendo en esta región cortical, sino cuándo".
"Los nuevos conocimientos que aporta este estudio pueden ayudar a científicos y desarrolladores de fármacos de todo el mundo a desarrollar diagnósticos y tratamientos dirigidos a fases específicas del Alzheimer y otras demencias", añadió.
Crear una cronología de la enfermedad
El estudio identificó "dos fases distintas" de la enfermedad de Alzheimer.
"Se podría decir que hemos creado un reloj patológico que indica no sólo qué cambios se están produciendo en esta región cortical, sino cuándo", afirma en el comunicado el Dr. Mariano Gabitto, autor principal e investigador adjunto del Instituto Allen.
En primer lugar, se produjo una "acumulación lenta y temprana de cambios celulares anormales", señalaron los investigadores.
Durante este periodo, el paciente puede no experimentar ningún síntoma de pérdida de memoria o deterioro cognitivo.
En esa primera fase, los investigadores se sorprendieron al descubrir la pérdida de ciertas neuronas inhibidoras que no se habían relacionado anteriormente con el Alzheimer.
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Travaglini lo describió como un "descubrimiento crítico", ya que esas neuronas actúan como "frenos" de la actividad cerebral y "mantienen las cosas equilibradas".
"Esta especificidad nos da nuevas pistas sobre cómo y por qué podrían romperse determinados circuitos cerebrales en la EA", afirmó.
El Dr. Richard J. Hodes, director del Instituto Nacional del Envejecimiento de los NIH, señaló que uno de los retos a la hora de diagnosticar y tratar el Alzheimer es que gran parte del daño cerebral se produce en esta fase temprana, antes de que aparezcan los síntomas.
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"La capacidad de detectar estos cambios tempranos significa que, por primera vez, podemos ver lo que le ocurre al cerebro de una persona durante los periodos más tempranos de la enfermedad", afirma en el comunicado.
"Por primera vez, podemos ver lo que le ocurre al cerebro de una persona durante los periodos más tempranos de la enfermedad".
La segunda fase estaba marcada por una "pérdida mucho más extensa" de distintos tipos de neuronas y células, que conducía a la acumulación de las características "placas y ovillos" en el cerebro, que es cuando los pacientes suelen empezar a notar el deterioro cognitivo.
Panorama general
El Dr. Igor Camargo Fontana, director de programación de conferencias científicas de la Asociación de Alzheimer en Chicago, no participó en el estudio, pero compartió lo que describió como el "panorama general" que reveló.
"La enfermedad de Alzheimer tiene un largo periodo presintomático; los cambios relacionados con el Alzheimer tienen lugar en el cerebro 10, 15 o incluso 20 años antes de la aparición de los síntomas de la memoria y el pensamiento", declaró a Fox News Digital.
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"Si los hallazgos de este nuevo trabajo son confirmados por otros laboratorios, se plantea la cuestión de si abordar eficazmente los cambios cerebrales que se producen en lo que los autores denominan la primera fase "tranquila" puede ralentizar, retrasar o prevenir la segunda fase, más destructiva."
De cara al futuro, Fontana afirma que será importante seguir investigando la fase "tranquila" para confirmar cómo se relaciona con los biomarcadores más conocidos del Alzheimer, como el amiloide y la tau.
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La esperanza es que esta nueva cronología de cómo afecta la enfermedad al cerebro ayude a orientar el desarrollo de nuevos tratamientos, según los investigadores.
El estudio contó con el apoyo del Instituto Nacional sobre el Envejecimiento y la Iniciativa BRAIN de los NIH.