EE.UU. y China se disputan quién ganará la innovación en IA
Kurt 'CyberGuy' Knutsson sobre el plan del presidente electo Trump de desregular la criptomoneda y la Inteligencia Artificial en su segunda administración.
La tecnología importa. Durante un siglo, Gran Bretaña lideró el mundo basándose en las innovaciones del carbón y la energía de vapor. Durante un segundo siglo, Estados Unidos lideró el mundo basándose en la electrificación, la ciencia de los materiales y la producción en masa.
Y ahora que la IA promete impulsar la economía y reforzar la seguridad nacional, Estados Unidos tiene la oportunidad de liderar el siglo venidero. Sin embargo, con China aumentando su inversión en IA, invirtiendo miles de millones en centros de datos e integrando la IA en toda su economía, no podemos dar por sentado el resultado.
Y las inversiones de Chinaen el sector tecnológico en su conjunto están dando claramente sus frutos. Un reciente informe de expertos revela que Estados Unidos ha perdido el liderazgo en la mayoría de las tecnologías clave en favor de su rival. De 2003 a 2007, China era líder en sólo tres de las 64 tecnologías, pero ahora lo es en 57. Y mientras Estados Unidos lideraba en 60 de 64 tecnologías, ahora sólo lo hacemos en 7.

El ex presidente Trump llega a una fiesta de observación de la noche electoral, el 6 de noviembre de 2024, en West Palm Beach, Florida. (Evan Vucci/AP)
Ahora que China está ampliando todo, desde los paneles solares hasta los coches eléctricos, y que gradúa cuatro veces más informáticos que Estados Unidos, va camino de convertirse en una superpotencia de la innovación en 2030.
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Mientras tanto, el liderazgo de Estados Unidos en IA, aunque estrecho, tiene el potencial de enderezar la balanza y capitalizar una enorme oportunidad: McKinsey calcula que la IA podría añadir hasta 22,1 billones de dólares anuales a la economía mundial, casi tanto como toda la economía estadounidense actual.
Lo que hace falta es una agenda estadounidense a favor de la innovación en IA que promueva el liderazgo científico y convierta las innovaciones revolucionarias en IA y computación cuántica en herramientas prácticas con un beneficio generalizado.
El ABC para asegurar el liderazgo de EEUU en IA
La buena noticia en una época de presupuestos ajustados es que la IA está siendo financiada y desarrollada en gran medida por el sector privado estadounidense, que invierte anualmente cientos de miles de millones en investigación y desarrollo. Encabezadas por las tecnológicas, las 25 principales empresas estadounidenses invirtieron más de 328.000 millones de dólares en América en 2023.
Ese compromiso de invertir en nuestro futuro no hará sino aumentar, pero necesitamos políticas gubernamentales constructivas que complementen el desarrollo por parte del sector privado de algoritmos de vanguardia, computación líder en el mundo (chips y centros de datos, y la energía para alimentarlos), infraestructura digital y cables submarinos.
La administración Trump tiene la oportunidad de acelerar el progreso estableciendo una agenda alineada, equilibrada y competitiva.
Alineado
Tenemos que evitar un mosaico de leyes incoherentes -ya sea entre estados de EE.UU. o entre aliados democráticos- que ralentizará el progreso en la innovación de la IA.
La comparación entre Estados Unidos y Europa muestra los estragos que causa el exceso de regulación. Un informe reciente de Mario Draghi, ex primer ministro italiano y jefe del Banco Central de la UE, culpa al complejo entorno regulador europeo de ralentizar el progreso tecnológico y crear "un círculo vicioso de baja inversión y baja innovación".
Por el contrario, los legisladores estadounidenses nos encaminaron hacia el éxito en la década de 1990, derogando leyes que habrían frenado la libertad de expresión o obstaculizado el crecimiento de Internet, promulgando políticas como la Ley de Libertad Fiscal en Internet, que contribuyó a fomentar las nuevas empresas estadounidenses, y alentando un sector privado innovador y dinámico.
Este enfoque es una de las razones por las que, por persona, la producción económica estadounidense es ahora un 40% superior a la de Europa Occidental y Canadá, y un 60% superior a la de Japón.
En resumen, racionalizar y alinear las normas da resultados.
Equilibrado
La IA tiene riesgos de abuso, pero también un potencial tremendo. El planteamiento de la nueva administración puede promover no sólo la innovación, sino el despliegue de estas notables tecnologías.
Las ideas son fáciles; la ejecución es difícil. Por eso tenemos que hacer algo más que invertir en la mejor IA del mundo: tenemos que ponerla a trabajar.
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La racionalización de la contratación pública federal puede convertir al gobierno en líder, animando a las empresas e instituciones a adoptar la IA. El uso de la IA en nuestras ciberdefensas puede darnos una ventaja en seguridad, prediciendo futuros ataques, parcheando agujeros antes de que los adversarios puedan explotarlos, y convirtiendo la pila tecnológica estadounidense líder en el mundo en un estándar global.
Competitivo
Competitividad requiere no sólo promover nuestra innovación, sino también no dispararnos en el pie con medidas que obliguen a revelar datos y propiedad intelectual estadounidenses a agentes extranjeros o que frenen la inversión en tecnologías de IA de vanguardia.
A veces los mayores retos requieren los mayores esfuerzos para superarlos. Con tanto en juego, deberíamos duplicar las versiones actuales de Bell Labs o Xerox PARC como activos estratégicos clave.
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Como ha reconocido el presidente Trump, tenemos que estar a la vanguardia de la IA para que Estados Unidos sea más seguro y más fuerte. Tenemos una oportunidad única en una generación de reavivar el liderazgo científico estadounidense, dar forma a las normas mundiales y renovar la posición de Estados Unidos como líder mundial en innovación.
El ingenio estadounidense nos ha brindado una oportunidad de oro. La cuestión ahora es si estamos preparados para hacer lo necesario para aprovechar el potencial de una nueva era de innovación estadounidense.