Los talibanes han vuelto a tomar medidas para seguir imponiendo restricciones extremas a las mujeres en virtud de su interpretación de la sharia en Afganistán, esta vez prohibiendo a las mujeres "oír las voces de otras mujeres" mientras rezan, según informes publicados esta semana.
Khalid Hanafi, ministro en funciones del Ministerio del Vicio y la Virtud, hizo el anuncio a través de un mensaje de voz publicado en las páginas del ministerio en las redes sociales, aunque ya ha sido retirado, confirmó The Associated Press.
"Incluso cuando una mujer adulta reza y otra mujer pasa cerca, no debe rezar lo bastante alto para que la oigan", dijo en un mensaje que, según The Telegraph, era "farragoso".
Los detalles concretos de la prohibición siguen sin estar claros, pues las mujeres ya tienen prohibido participar en la llamada a la oración o hablar en público. También deben ir totalmente cubiertas, incluido el rostro, en virtud de una nueva ley decretada por el ministerio en agosto.
"Está prohibido que una mujer adulta recite versículos coránicos o realice recitaciones delante de otra mujer adulta. Ni siquiera está permitido cantar takbir (Allahu Akbar)", dijo Hanafi en el mensaje publicado el lunes. "Por tanto, ciertamente no está permitido cantar".
La prohibición de hablar en público impuesta en agosto significa también que las mujeres que hablen dentro de sus casas no podrán ser oídas desde fuera.
Esta última prohibición parece ser un intento de prohibir a las mujeres que recen o utilicen expresiones como "subhanallah" -que es una frase común que significa esencialmente "Gloria a Alá"- incluso estando en sus propias casas si están delante de otras mujeres.
Los talibanes han afirmado que estas medidas extremadamente opresivas sobre las mujeres son una maniobra para impedir que "tienten y tienten a otros", y las mujeres de Afganistán están obligadas a tener un tutor varón siempre que salgan de casa.
Las mujeres que desafían las normas son detenidas y encarceladas.
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El lunes se hizo público en la ONU un informe de Richard Bennett, relator especial sobre los derechos humanos en Afganistán, en el que constata casos de violencia sexual, incluida la violación, ejercida contra las mujeres detenidas por los talibanes.
En su informe, Bennett consideró que el "sistema de opresión de género de los talibanes puede equivaler a crímenes contra la humanidad, incluida la persecución por motivos de género".
Bennett tiene previsto presentar las conclusiones de su informe a la Asamblea General de las Naciones Unidas el 1 de noviembre.