Este sitio web fue traducido automáticamente. Para obtener más información, por favor haz clic aquí.
NUEVO¡Ahorapuedes escuchar los artículos de Fox News !

Las familias y empresas estadounidenses esperan legítimamente que la luz permanezca encendida a un precio que puedan pagar. Nuestra política energética nacional debe abrazar esta promesa fundamental, o eso se podría pensar.   

Por desgracia, nuestro país se enfrenta ahora a una dura realidad: nos acercamos rápidamente a un punto en el que no habrá electricidad suficiente para todos. 

Evaluaciones de fiabilidad aleccionadoras 

La Corporación Norteamericana de Fiabilidad Eléctrica (NERC) es el perro guardián de la red nacional. Durante años, la organización ha publicado una serie de informes cada vez más graves en los que advierte de que las amenazas a la fiabilidad de la red son cada vez mayores y que los apagones continuos más frecuentes podrían convertirse pronto en la norma. 

LA ADMINISTRACIÓN BIDEN INSTA A AUMENTAR LA INFRAESTRUCTURA DE VEHÍCULOS ELÉCTRICOS

Nueve estados sufrieron apagones continuos a finales de 2022, cuando la demanda de electricidad superó a la oferta durante un periodo de frío extremo. En su Evaluación de la Fiabilidad Invernal 2023-2024, el NERC advirtió que la mitad de la nación se enfrenta al mismo riesgo durante el tiempo extremo de este invierno. 

Central nuclear de Oconee en Carolina del Sur

Duke Energy afirma que la Central Nuclear de Oconee es una de las mayores centrales nucleares del país, con tres reactores nucleares. (Duke Energy)

Si miramos hacia el futuro, el panorama es aún más sombrío. En los próximos cinco años, el NERC prevé que todos o parte de 19 estados, desde Montana a Luisiana, corren un alto riesgo de sufrir apagones durante los picos normales. Y la mayor parte del país se enfrenta a un riesgo similar cuando la demanda de electricidad se dispara con temperaturas excesivamente cálidas o frías. 

¿Es esto lo que se supone que debe ser América? La respuesta es obviamente no. 

Cómo hemos llegado hasta aquí 

Mantener la luz encendida no es una cuestión partidista. Pero la política y la política energética han tenido un gran impacto en cómo hemos llegado hasta aquí. El estado actual de la política energética de nuestro país en relación con la electricidad puede resumirse sencillamente: Hacer más con menos. 

Eso no es posible. Desde los centros de datos hasta los vehículos eléctricos, desde la calefacción y refrigeración domésticas hasta el funcionamiento de las granjas estadounidenses, nuestro país depende cada vez más de la electricidad para impulsar la economía. Esta tendencia va a aumentar drásticamente en los próximos años.  

Y frente a esa creciente demanda de electricidad hay una alarmante reducción de la oferta a medida que nuestro país cierra centrales eléctricas existentes siempre disponibles para cumplir diversas normativas federales y estatales. PJM, un operador de red en todo el Atlántico medio, proyectó recientemente que 25 GW de generación de energía, suficiente para abastecer a casi 19 millones de hogares, se desconectarán pronto en la región debido a políticas estatales y federales miopes. 

El último reto para satisfacer las necesidades energéticas de nuestra nación es el arcano conjunto de normas y reglamentos necesarios para construir cualquier cosa en este país. El proceso de ubicación, concesión de permisos y construcción de infraestructuras -desde parques solares hasta oleoductos y líneas de transmisión- está sumido en la burocracia y en años de litigios. 

Amenazas adicionales en el horizonte 

Estas tendencias no van a mejorar en los próximos años. La EPA propuso recientemente una norma para revisar el funcionamiento de las centrales eléctricas de disponibilidad permanente, exigiéndoles que, en siete años, desplieguen tecnología de captura de carbono o funcionen con hidrógeno limpio.  

La propuesta es ilegal porque viola la Ley de Aire Limpio al exigir que se implante una tecnología de costes prohibitivos que no se ha demostrado adecuadamente y que no es realizable. Además, la propuesta conducirá directamente a más apagones, costes más elevados e incertidumbre para Estados Unidos. Es un enfoque peligroso de la regulación. 

Paneles solares de Virginia Occidental

Paneles solares revisten el tejado de la Casa Harmony como parte de un proyecto de Solar Holler en Huntington, W.V. (Sholten Singer/The Herald-Dispatch vía AP, Archivo)

Y la historia del desprecio de esta administración por la importancia de una electricidad fiable no acaba ahí. 

HAZ CLIC AQUÍ PARA VER MÁS OPINIONES DE FOX NEWS

En noviembre, el gobierno de Biden llegó a un acuerdo secreto que preparaba el terreno para romper cuatro presas del río Snake inferior. Este acuerdo de trastienda pone en peligro la fiabilidad de la electricidad para millones de estadounidenses del noroeste del Pacífico. También revela un deseo fuera de lugar de socavar la cartera esencial de recursos hidroeléctricos libres de carbono de nuestra nación sin tener en cuenta el coste.  

Un antídoto contra el problema 

Debemos tener una conversación política seria en este país sobre adónde vamos y qué hará falta para llegar allí de forma realista. Los responsables políticos no pueden pasar por alto las leyes de la física ni la realidad de la situación actual.  

Añadir más recursos renovables a la cartera energética de la nación puede ser parte de la solución. Pero como el viento no siempre sopla y el sol no siempre brilla, nuestro país también necesita un suministro sólido de recursos energéticos siempre disponibles a los que recurrir en un momento dado.  

Mantener la luz encendida no es una cuestión partidista. Pero la política y la política energética han tenido un gran impacto en cómo hemos llegado hasta aquí. El estado actual de la política energética de nuestro país en relación con la electricidad puede resumirse sencillamente: Hacer más con menos. 

Cualquier solución a largo plazo requiere que los responsables políticos reconozcan la necesidad de tiempo, desarrollo tecnológico y nuevas infraestructuras de transmisión. Son ingredientes esenciales para un futuro energético que dé prioridad a una electricidad fiable para todos los consumidores.  

HAZ CLIC AQUÍ PARA OBTENER LA APLICACIÓN FOX NEWS

La red puede reforzarse, pero hará falta una mayor coordinación entre las partes interesadas, visibilidad de cómo crece la demanda de electricidad y políticas federales y locales que promuevan el desarrollo de nueva generación y transmisión de energía. 

Mantener las luces encendidas es vital para la economía y la seguridad nacional de Estados Unidos. Hay demasiado en juego para equivocarse.